BERLÍN,- El dispositivo de costo bajo fue probado en España en seis personas con cuadriplegía que les afecta su capacidad de sujetar o manipular objetos, por ello un grupo de científicos desarrolló una mano robótica controlada por la mente que permite a personas con ciertos tipos de lesión en la columna vertebral realizar tareas diarias como usar un tenedor o beber un vaso de agua.
Al utilizar una gorra que mide la actividad eléctrica del cerebro y el movimiento ocular, los usuarios pueden enviar señales a una computadora tableta que controla el dispositivo en forma de guante fijado a su mano.
Los participantes en el estudio a pequeña escala fueron capaces de realizar actividades diarias de una mejor manera con la mano robótica que sin ella, según los resultados publicados en la revista Science Robotics.
El principio de utilizar asistencia robótica controlada por el cerebro para ayudar a gente con cuadriplegía no es nuevo. Pero muchos sistemas existentes requieren implantes, lo cual puede ocasionar problemas de salud, o utilizan gel húmedo para transmitir señales del cuero cabelludo a electrodos. El usuario debe lavarse para eliminar el gel después de haberlo usado, lo que lo hace impráctico en la vida diaria.
«Los participantes, quienes habían manifestado previamente tener dificultad para realizar tareas diarias sin asistencia, calificaron el sistema como confiable y práctico, y no manifestaron ninguna incomodidad durante o después de su uso», dijeron los investigadores.
Tomó a los participantes sólo 10 minutos aprender cómo utilizar el sistema antes de ser capaces de realizar tareas como recoger una patata frita o firmar un documento.
Según Surjo R. Soekadar, un neurocientífico del Hospital Universitario Tübingen en Alemania y autor principal del estudio, los participantes representaron gente típica con lesiones en la columna vertebral alta, lo que significa que son capaces de mover sus hombros pero no sus dedos.
Hubo algunas limitaciones en el sistema, empero: los usuarios debían tener suficiente función en su hombro y brazo para extender la mano robótica; y montar el sistema requiere la ayuda de otra persona.
Jan Schwab, un experto en lesiones de la médula espinal en el Hospital Charite de Berlín, quien no estuvo involucrado en el estudio, lo calificó como un estudio piloto interesante que necesita seguimiento con otras pruebas clínicas.
«Será muy importante la realización de estudios más grandes para encontrar qué pacientes responden bien, menos bien o en absoluto», señaló Schwab.
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