Por otro lado, gracias a sus propiedades de conductividad eléctrica y térmica sin precedentes, el grafeno está siendo analizado alrededor del mundo para ser aplicado en almacenamiento de energía, entre otros muchos usos potenciales. Además, a diferencia de las celdas basadas en silicio, las fabricadas con el llamado “material del futuro” pueden ser ligeras, semitransparentes, flexibles y más económicas.
Este proyecto forma parte del Laboratorio Nacional de Materiales Grafénicos (LNMG), cuya sede es el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) en Saltillo, Coahuila, que recientemente fue beneficiado con apoyos para la Consolidación de Laboratorios Nacionales del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Igualmente, se ha llevado a cabo en colaboración con la Universidad de Guanajuato, variantes de grafeno a partir de grafito por distintos métodos.
Hay que destacar que en México, ya se cuenta con el Laboratorio Nacional de Materiales Grafénicos y cada vez hay más grupos de investigación trabajando con estos materiales.
Más allá del CIQA, el Cideteq y el CIO, trabajan en este material para distintos usos el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), unidad Mérida, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), un grupo de la Universidad de Sonora (Unison), la Universidad de Guanajuato (UG) y del Instituto Tecnológico de Querétaro (ITQ) —que forma parte del Tecnológico Nacional de México (Tecnm)—, entre otre otros
con información del Centro de Investigaciones en Óptica y Conacyt
jcrh