La termografía digital infrarroja es una técnica adecuada para la detección temprana de cáncer y simultáneamente ofrece tratamiento confiable y sin radiaciones contra ese mal mundial.
El profesor investigador del Departamento de Investigación en Física de la Universidad de Sonora (DIFUS), Marcelino Barboza Flores, dijo que mediante la investigación científica de punta es posible la detección temprana del padecimiento.
Asimismo, expuso, en forma simultánea se puede ofrecer tratamiento confiable y sin radiaciones contra esa enfermedad y para lograr dichos propósitos se utiliza la termografía digital infrarroja.
Se trata de una técnica adecuada, práctica, complementaria y útil para la detección de lesiones tumorales, cuya área de investigación y conocimiento vincula la física, biología, química, ingeniería y, sobre todo, la medicina, apuntó.
Indicó que la termografía, mediante cámaras infrarrojas de alta tecnología, permite visualizar la temperatura superficial del cuerpo humano que puede cambiar bruscamente como síntoma de alguna enfermedad, infección o un proceso inflamatorio.
El método, afirmó, es confiable y localiza exactamente el área del posible problema, lo que permite guiar las pruebas estándar de diagnóstico médico, de ecografía, mamografía y resonancia magnética.
“No ofrece ningún riesgo, ya que no utiliza radiación de ningún tipo, por lo que puede hacerse tan a menudo como sea necesario y sin riesgo absoluto”, subrayó.
Incluso, añadió, no causa dolor, toda vez que el tratamiento evita el contacto con el equipo o con el técnico termógrafo.
El estudio termográfico es simple, no invasivo, rápido, indoloro, inofensivo y no expone al paciente a radiaciones ionizantes; visualiza procesos fisiológicos asociados a inflamaciones, dolor, lesiones, vascularización y trastornos músculo esqueléticos.
En el caso de la termografía mamaria, dijo, es una técnica coadyuvante en el diagnóstico de cáncer, utilizando también una cámara digital infrarroja de alta tecnología, una computadora y software especial para el procesamiento de imágenes.
Ello, abundó, permite medir y visualizar la temperatura de la superficie mamaria.
Barboza Flores precisó que para medir la temperatura térmica superficial crearon un perfil infrarrojo, además de contar con sistemas computacionales capaces de incorporar softwares con redes neuronales.
“La termografía mamaria se basa en la premisa científica de que al ocurrir el crecimiento de células anormales se produce un aumento en el suministro y circulación de sangre hacia la zona de crecimiento del tejido anormal, generando nuevos vasos sanguíneos e incrementando la actividad metabólica”, apuntó.
Las pruebas estructurales, añadió, como mamografías y ultrasonidos se basan en el hallazgo de lesiones físicas –anatomía-, mientras que la termografía mamaria detecta la circulación vascular sanguínea –fisiología- en la mama.
Por lo tanto, abundó, las técnicas estructurales y fisiológicas son distintas en su naturaleza pero complementarias en la información médica que proveen.
Barboza Flores señaló que cuentan con un equipo multidisciplinario para incorporar expertos en ciencias de la computación, ingenieros en robótica y diseño y procesos, todos con alta capacidad para desarrollar instrumentos y crear prototipos.
Destacó que en la Unidad Regional Centro de la Universidad de Sonora se cuenta con un Centro de Imagenología Biotérmica (CIB), del cual es su fundador, donde actualmente desarrollan el método infrarrojo para la detección de lesiones tumorales en mama.
Informó que cuentan con un laboratorio para desarrollo tecnológico e innovación, donde han construido los únicos sistemas 4F en el mundo, capaces de exhibir una información científica relevante.
aegm.
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