MOSUL, IRAK.- Por alguna razón dos toros alados asirios han conseguido sobrevivir al EI en Mosul, en un laberinto de túneles estrechos por los que hay que agacharse para avanzar en la oscuridad emergen, a la luz de las antorchas, dos toros alados del imperio asirio, intactos al paso del grupo Estado Islámico.
Tenemos las horas contadas para salvarlos, advierte no obstante Layla Salih, responsable de las Antigüedades en la provincia de Nínive (norte). Los yihadistas cavaron este impresionante dédalo de túneles para efectuar excavaciones arqueológicas bajo la colina donde está la tumba del profeta Jonás (Nabi Yunes).
Las ruinas del santuario, dinamitado por el EI en julio de 2014, pesan sobre esta pequeña colina agujereada como un queso gruyer. «Tememos que se derrumbe en cualquier momento» y sepulte a los preciados toros alados, avisa Salih.
«Todos los días, en los túneles, hay nuevos derrumbes», precisa.
Las autoridades iraquíes descubrieron los túneles a finales de enero cuando las fuerzas de seguridad reconquistaron la parte este de Mosul. Desde esta colina, los yihadistas extraían objetos para venderlos en el mercado negro.
Por suerte varias piezas escaparon al saqueo. Yacen en las esquinas de pasillos angostos con olor a arcilla mojada.
– ‘Hallazgos importantes’ –
Todas ellas datan, al parecer, de la era asiria, concretamente del siglo VII antes de Jesucristo, y provienen del palacio del rey Asarhaddón, especifica Salih. Dos esculturas murales de mármol blanco representan toros alados de los que sólo se ven el costado y las patas.
Más lejos se divisan bajorrelieves con inscripciones en alfabeto cuneiforme, y dos esculturas murales que representan a cuatro mujeres de frente.
Asiria, con su capital Nínive (en el actual Irak), era un imperio del norte de Mesopotamia. El arte asirio es muy conocido por sus bajorrelieves de escenas de guerra. «Estos hallazgos son muy importantes, nos enseñan más sobre el arte asirio: generalmente las esculturas muestran a personas de perfil, aquí las mujeres están de frente», explica Salih.
El EI «no pudo robar estas antigüedades, con tan sólo sacarlas la colina se hubiera derrumbado», dice, pero está segura de que han sustraído otras, sobre todo cerámicas.
En una casa del este de Mosul, las autoridades hallaron recientemente 107 cerámicas «en buen estado» que probablemente fueron sacadas de los túneles de Nabi Yunes.
Tras la proclamación en 2014 de su «califato» en territorios de Irak y Siria, el EI multiplicó las destrucciones masivas en lugares históricos, grabando los destrozos en vídeo, como el de Nimrod, joya del imperio asirio fundado en el siglo XIII antes de Jesucristo, que destruyó con excavadoras, picos y explosivos.
– ‘Destrucciones masivas’ –
En la cumbre de la colina de Nabi Yunes, el espectáculo es desolador. La elegante tumba ha quedado reducida a ruinas, con los pilares retorcidos. En medio de los cascotes se ven placas de mármol blanco, piedras de colores vivos, inscripciones coránicas y motivos geométricos.
Sólo en la región de Mosul, «al menos 66 lugares arqueológicos fueron destruidos, algunos transformados en aparcamientos, lugares de culto musulmanes y cristianos sufrieron destrucciones masivas, miles de manuscritos desaparecieron», afirmó a finales de febrero el viceministro iraquí de Cultura, Qais Rasheed, durante una conferencia organizada por la Unesco en París.
Más de 700 piezas arqueológicas fueron exhumadas de los túneles de Nabi Yunes para venderlas en el mercado negro, explicó en este mismo acto Saleem Jalaf, un responsable del ministerio de Cultura.
Ahora hay que estudiar el terreno para estabilizar los túneles y evitar el desplome, explica Salih.
«La situación de la seguridad en el sector este de Mosul es todavía inestable, hay miedo a drones (del EI) y a ataques terroristas», recalca. Desde la colina se ven espesas humaredas negras elevarse sobre los barrios del oeste de Mosul, donde las fuerzas iraquíes libran una ofensiva contra los yihadistas.
afp/r3