ESTADOS UNIDOS.- La realidad virtual abre la puerta a la evasión, a la entrada en mundos inaccesibles, al acercamiento a una vida en 360 grados, pero para Mark Zuckerberg y Oculus -la compañía que desarrolla dispositivos de realidad virtual- el potencial de esta tecnología está en su capacidad de juntarnos.
La intención del fundador de Facebook, un sueño al que ha destinado una inversión millonaria -no sólo los 2.000 millones de dólares que costó la compra de Oculus- y un equipo de centenares de sus «mejores ingenieros», es que la realidad virtual nos permita «viajar» para sentir que estamos a la vera de nuestros seres queridos sin movernos del sofá.
Está convencido: «La realidad virtual va a ser la plataforma más social. (…) Tiene el potencial de cambiar nuestras vidas. Lo mejor está por llegar».