Cada marca de móvil suelen centrar sus esfuerzos al integrar nuevos componentes en sus modelos, cámara, procesador u otro elemento, por ejemplo Xiaomi sacrifica la cámara para ofrecer una pantalla curva MiBote 2 o la pantalla del espectacular Mix. Pero esto no sucede con el Oppo R9s, la cuarta marca más vendida del mundo.
En el cuerpo metálico se han utilizado unas antenas nunca antes vistas, que únicamente tienen 0,3 milímetros de grosor y que dan un toque distintivo al terminal. No son suficiente para enamorar a la vista, pero el resultado es notable. Además, se trata de un terminal ultrafino -sólo tiene 6,6 milímetros de grosor a pesar de que mantiene el Jack para los auriculares-, y pesa únicamente 145 gramos aunque monta una pantalla FHD de 5,5 pulgadas. Con un manejo práctico.
Los componentes son propios de los tope de gama. El lector de huellas dactilares, por ejemplo, es el más preciso, y funciona mucho mejor que los del iPhone o el Samsung Galaxy S7Edge. Y lo mismo sucede con la carga rápida VOOC, que alcanza un 62% de la capacidad de una batería de 3.010 mAh. en media hora. El procesador Qualcomm Snapdragon 625 -con 8 núcleos a una frecuencia máxima de 2,0 Ghz.- no es el más potente del fabricante estadounidense, pero combinado con 4GB de memoria ofrece un resultado más fluido que el de terminales mucho más caros.
Sin duda, algo tendrá que ver el sistema operativo Color OS, basado en Android 6, que combina de forma muy acertada la sencillez de uso y la posibilidad de personalización a tope -por ejemplo, se pueden determinar gestos propios para realizar acciones directamente con la pantalla apagada-. Por otro lado, como ya vimos en el Nubia Z11 Max, el Oppo R9s también incluye un ‘Modo Simple’ que aumenta considerablemente el tamaño de los iconos, de forma que únicamente quedan en la pantalla los más relevantes para hacer llamadas -con un botón especial para las de emergencia-, enviar mensajes, tomar o ver fotografías, y acceder a los contactos. Es ideal para personas mayores o con alguna discapacidad mental.
En las diferentes pruebas a las que Teknautas ha sometido al móvil, el R9s ha respondido con suma eficiencia. Elementos en los que rara vez se repara pero que resultan importantes, funcionan en este terminal notablemente mejor que en otros aparatos chinos. El GPS, por ejemplo, resulta más preciso y rápido que los de Xiaomi. Y lo mismo sucede con el Bluetooth, cuya tasa de transferencia es también mayor a pesar de que, curiosamente, utiliza una versión -4.0- más antigua que las de su competidor -4.2-. Finalmente, incluso el Wi-Fi parece más rápido. En resumen, es un móvil al que cuesta ponerle pegas.
Una de sus principales fortalezas reside, como es marca de la casa, en sus cámaras. La principal, de hecho, monta una de las mejores lentes del mercado, de luminosidad f 1.7. Es la misma que adopta el Samsung Galaxy S7, y, combinada con el sensor Sony IMX398 de 16 megapíxeles, ofrece resultados más que notables en situaciones de poca luz.
En interiores con grandes contrastes de luz en los que hay que forzar una cámara réflex Nikon D-800 a ISO 3.200 para obtener buenas fotografías, y ha salido airosa. Incluso el enfoque es rápido y preciso. Finalmente, la posibilidad de crear archivos GIF directamente, y otras funciones como las fotografías UltraHD de altísima definición también se agradecen.
Sensaciones similares proporciona el vídeo. A pesar de que el R9s carece de un estabilizador óptico, el electrónico funciona de forma muy satisfactoria. Ofrece imágenes fluidas con un algoritmo que evita cortar en exceso la imagen y, con ello, su calidad.
Claro que el resultado podría haber sido todavía mejor con un estabilizador mecánico como el que monta el nuevo OnePlus 3T -fabricado en las instalaciones de Oppo-. Eso sí, la cámara tiene una pega: no permite guardar archivos RAW, muy útiles para procesar las fotografías en el ordenador sin que pierdan apenas calidad.
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