ALEMANIA.- Según anuncio de la Agencia Espacial Europea (ESA), este miércoles, la sonda Rosetta, cortó de manera oficial comunicación con el robot espacial Philae, el cual se encuentra posado en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
De acuerdo con Andreas Schuetz, portavoz de la ESA, el evento de hoy marca el fin de una misión fascinante que estuvo coronada con el éxito.
Pero este no es el fin de Rosetta, quien viaja de escolta del 67P, el cual se aleja cada vez más del Sol, por lo que sus paneles de energía reciben cada vez menos luz del astro rey. Por esa razón es necesario ahorrar energía para que la sonda pueda seguir funcionando.
Tras 10 años de viaje como pasajero de la sonda Rosetta, Philae logró un hito histórico al aterrizar en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko el 12 de noviembre de 2014.
Sin embargo, la maniobra resultó demasiado abrupta y Philae rebotó dos veces en la superficie, antes de quedar inmovilizado sobre el cuerpo celeste de forma irregular y unos 4 kilómetros de diámetro.
El imprevisto hizo que Philae quedase posado en una zona de relieve accidentado y escasa exposición a la luz solar. El robot agotó sus baterías al enviar a Rosetta el resultado de unas 60 horas de observaciones, y luego se quedó «dormido». En junio de 2015 volvió a despertar, pero desde el 9 de julio de ese año no ha dado señales de vida.
Rosetta como ya señalamos, sigue orbitando alrededor del cometa, sin embargo la ESA ha determinado que antes de concluir su misión, se pose sobre la superficie de este cuerpo espacial el 30 de septiembre.
Durante su aproximación se le darán instrucciones para que tome fotos de alta resolución en tiempo real, al tiempo que llevará a cabo algunas mediciones científicas. Una vez en contacto con la superficie del cometa, cesarán las comunicaciones y las operaciones de Rosetta.
Proyectada hace más de 20 años, la misión busca comprender mejor el Sistema Solar desde su nacimiento, ya que se considera que los cometas son vestigios de su materia primitiva.
Gracias a Philae, Rosetta puso en evidencia 16 compuestos diferentes en el cometa repartidos en seis clases de moléculas orgánicas, es decir con átomos de carbono. Cuatro de ellas se detectaron por primera vez en ese tipo de cuerpo celeste, como la acetona.
El interior del 67P resultó en cambio más homogéneo de lo que se pensaba, lo cual pudo comprobar Rosetta con su radar Consert, gracias al cual se determinó por primera vez la estructura interna del núcleo de un cometa.
con información de la Agencia Espacial Europea (ESA)
jcrh