Casi una década en la que los mexicanos nos hemos visto envueltos en una ola de violencia e inseguridad con verdaderos tintes de horror y de impunidad.
Que nadie piense que el crimen ha cesado, simplemente son tantas las aristas anómalas para atender por la presente Administración federal y sus gobiernos locales que entre estas, la inseguridad, los homicidios, los secuestros y las desapariciones se encuentran en números rojos.
El ex presidente panista, Felipe Calderòn, tiene una marca indiscutible durante su gestión por el número elevado de muertes que se registraron durante su sexenio; los datos oficiales revelan que ascienden a poco más de 121 mil homicidios. Sí. Aunque las cifras aportadas por organizaciones civiles reportan cifras escandalosas que triplican a las oficiales.
Cuando el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en este 2016, reportan que durante los años del presente Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el número de homicidios en el país se encuentran estadísticamente incluso por arriba de las que se presentaron en el sexenio anterior, se advierte que la cartera encargada de la seguridad interna, se ha ocupado de otras cosas, menos de garantizar, en efecto, seguridad a los mexicanos.
Mucho se presume de la captura de líderes de organizaciones criminales –contradiciendo incluso sus compromisos originales de Gobierno por contradictorio que parezca–, pero en la práctica, los grupos del crimen organizando, continúan con el poder de cegar vidas, coludidos incluso con las mismas autoridades de todo tipo y nivel.
Es desesperanzador, el que un pequeño de 12 años, dedicado a sus labores escolares y a su vida lúdica revele su miedo constante de transitar por las carreteras y autopistas de nuestro país refiriendo sobre el conocimiento de la inseguridad que recorre el país.
Pero el secretario de Gobernación está muy ocupado en arrebatarle el poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a sus adversarios de partido; el público –los votantes–, los tiene, pero no los amarres que le garanticen primero una candidatura presidencial y luego la Presidencia del país.
El México rojo, seguirá esperando y creciendo mientras los funcionarios sólo hagan política y acrecienten poder, mientras se olvidan de sus verdaderas labores.
Acta Divina… El INEGI reporta que entre 2014 y 2015 hay un ligero pico de elevación en los homicidios, puesto que pasaron de 20 mil 010 a 20 mil 525, es decir, crecieron 2.5 por ciento.
Para advertir… De nuevo quieren empoderar a la mujer, sólo en el discurso y para fines políticos.