La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el sindicato que aglutina diversos sectores de empresas, al que la afiliación es voluntaria y que presume la representación laboral y social de sus inscritos, es un órgano realmente poderoso pues aglutina poco más de 36 mil empresas en todo el país, que en términos económicos representan casi un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) nacional; advirtió hace unos días en voz del propio presidente de la Confederación, Gustavo de Hoyos Walther, que marcharía junto con otros empresarios y presidentes estatales de la Coparmex en el Ángel de la Independencia para exigir al Poder Legislativo la aprobación urgente de las siete leyes secundarias del Sistema Nacional Anticorrupción.
El Senado hasta el momento que esto escribo, sigue en la discusión de los siete dictámenes que al parecer no irá con todo, luego tocará a la Cámara de Diputados su tarea para conformar esta nueva reforma que hasta ahora asoma que su gran incompetencia será si se harán públicas o no, o qué parte de las mismas, las declaraciones patrimoniales de los servidores públicos.
La Coparmex ha dicho desde el principio que el país requiere terminar con la impunidad y la corrupción en el país que frena el desarrollo además de que disminuye la productividad, dicho en términos económicos, los poderosos ya no quieren más pérdidas. La Confederación también ha advertido que un Sistema Anticorrupción sin las siete leyes ya planteadas de nada servirá.
El sólo hecho de que de Hoyos Walther y sus huestes empresariales adviertan que harán sus reclamos fuera del ámbito institucional, y sí en la calle, refleja el diálogo roto con la Administración federal misma que a todo ha aplicado ya la máxima de Salinas de Gortari de: “Ni los veo, ni los oigo”. La cerrazón total y el dejar pasar.
Ya veremos hoy mismo si la Coparmex cumplió su avisó de tomar el Ángel de la Independencia, en el que además seguro exigirán de manera paradójica el que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), abandone las calles que al tomarlas merman las ganancias económicas de las empresas afiliados a la Confederación que dirige Gustavo de Hoyos Walter.
Lo más significativo de todo esto, se insiste, es la manera en que los mexicanos en nuestras distintas condiciones dentro de la sociedad y el ámbito económico y político, tenemos ya que hacer el llamado a nuestras autoridades: en las calles y con el foro mediático acompañando.
Acudir ante las instancias legales establecidas, deja muchos sinsabores.
Las calles, se llenan de reclamos.
Acta Divina… “Lo que hemos planteado es nuestra exigencia para que el Sistema Anticorrupción esté completo, es decir, con las siete leyes que lo integran. No nos basta con una sola ley, es un Sistema integral, es un rompecabezas que incompleto no nos da lo que queremos: un país sin corrupción”. Gustavo de Hoyos Walter, presidente de la Coparmex.
Para advertir… Y los partidos políticos no entienden, que no entienden.