Hace una semana se llevó a cabo la peor matanza en la era moderna de los Estados Unidos, cuando un supuesto “extremista-homofóbico” entró en un club de Florida con un arma corta y otra larga (compradas en el mercado legal) matando a 50 personas, y dejando a más de 53 heridas. El autor: Omar Mateen de 29 años de edad, estadounidense radicado en Nueva York.

Aunque el presidente Barack Obama ha insistido en que no existen pruebas contundentes de que la matanza llevada a cabo aquel domingo en Florida en el club gay “Pulse” estuviera dirigido por extremistas, aseguró algo muy importante: “EL ATACANTE SE INSPIRÓ EN PROPAGANDA RADICAL EN LA WEB”.

No es la primera vez, que se da a conocer cómo jóvenes son captados en distintas partes del mundo, por terroristas islámicos para ser reclutados como miembros del EI (Estado Islámico).

Un informe interno del Departamento de Estado de los Estados Unidos publicado por el New York Times sugiere que el EI está ganando la batalla en la redes sociales. Expertos apuntan cómo la apuesta de éste grupo terrorista está en la web y comparan su estrategia con la que llegó a tener Al Qaeda: “Mientras que Al Qaeda quería tener el control absoluto sobre la comunicación (…) el Estado Islámico se dio cuenta de que era mucho más efectivo, sobre todo con herramientas como Twitter, poder descentralizar esa comunicación y distribuirla en todo el mundo” (citando al www.elespanol.com/mundo).

El think tank estadounidense Brookings Institution estima que entre septiembre y diciembre del 2015 por lo menos 46.000 cuentas de Twitter estaban en manos de simpatizantes del grupo terrorista, con una media de 1.000 seguidores por usuario.

Andrés Ortiz, periodista y autor del libro «Yihad: Cómo el Estado Islámico ha conquistado internet y los medios de comunicación» (Universitat Oberta de Catalunya), investigó las redes de reclutamiento del EI haciéndose pasar por un simpatizante del grupo. A través de la deep web, internet no accesible a los buscadores, entró en foros de yihadistas, donde encontró toda clase de videos violentos, manuales para entrenarse en combate e incluso una guía para alcanzar Siria desde Occidente y que recomendaba España como una de las rutas más seguras.

Distintos periodistas han dado cuenta de que no hace falta utilizar la deep web, para ponerse en contacto con el EI. El mismo Ortiz pone el ejemplo de la periodista gala Anna Erelle (un seudónimo). Tras difundir contenido a favor del grupo terrorista en Twitter, los reclutadores de yihadistas se pusieron en contacto con ella.

No cabe duda de que la libertad en internet es un bien invaluable, la pregunta es cómo los servicios de inteligencia y seguridad de distintos países librarán esta guerra de reclutamiento en la web contra el Estado Islámico.

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