Tal vez te resuena la voz de tu abuelita diciéndote «no te enamores de el/la malo del cuento» cada que te vuelves a enamorar de la persona equivocada. Pero, ¿te has preguntado por qué sigues con ese patrón?
Los villanos tienen su encanto, casi siempre (depende el guionista/escritor) los «malos» de las historias son mucho más interesantes que «los bueno». O sea entre el héroe o antihéroe, nos quedamos con el segundo. ¿Por qué?
1. Conservan su dualidad
Los seres humanos estamos compuestos por una dualidad. Somos tan buenos como malos y tanta bondad puede haber en nosotros como maldad. El problema es que nos han enseñado a reprimir ese «lado políticamente incorrecto» y a reprimirlo, aventarlo hacia la sombra donde nadie lo vea. Por eso, cada que aparece una «persona incorrecta», nos llama tanto la atención, pues reflejamos nuestra dualidad y reconocemos que tiene todos los permisos que nosotros nos reprimimos para hacer lo que quiera.
2. Tienen mucha seguridad
Mientras más timidez tengas, más te llamará la atención «el villano del cuento». Son personas muy seguras de sí mismas y te sientes identificado con cada una de las «maldades» que hacen. Ellos siempre obtienen lo que quieren y de la forma que sea, no se preocupan por actuar del lado correcto, su seguridad los lleva a recorrer los más oscuros caminos y eso, te apasiona.
3. Son libres
Tienen la libertad de actuar como quieran. Siguen sus impulsos y no se detienen por ningún prejuicio. Conocer a alguien que es «tan libre» siempre resulta atractivo porque todos ansiamos ser libres, sobre todo de nosotros mismos.
4. Tienen mucha fuerza
Poseen toda la fortaleza para afrontar cualquier problema y para siempre salir beneficiados, de alguna u otra forma, pero todo les sale bien. Incluso pensamos ¿y el karma? Vaya que lo saben manejar a su favor. ¿Y quién no se siente todopoderoso al salir con un «villano» tan fuerte?
5. Su curiosidad es insaciable
Nunca dejan de tener curiosidad por conocer más y más. A pesar de que esa curiosidad se la que los aleja de ti, hay algo en tu interior que se enamora de sus formas y muy en el fondo deseas ser tan curioso como ellos. Las y los malos de los cuentos siempre son atractivos, no es tu culpa enamorarte de gente incorrecta, pero si ya lo hiciste consciente puedes romper el patrón.