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Frases machistas que usas sin darte cuenta y debes dejar de hacerlo

Frases machistas que usas sin darte cuenta y debes dejar de hacerlo

Pensar que no te das cuenta de que estás repitiendo una postura machista que te fue heredada es aceptar que no estás consciente de por qué dices lo que dices, por qué piensas lo que piensas y por qué actúas como actúas. Pero bueno, no se trata de señalar a nadie en la tribuna del juez (al menos, no por ahora). Es una realidad que en el cotidiano usas frases con tintes misóginos o machistas que atentan contra la equidad de género y es hora de que te des cuenta y dejes de decirlas.

*Equidad: Del lat. aequĭtas, -ātis. Quinta acepción. Disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece.

 



1. «A las mujeres no hay que entenderlas, sólo hay que amarlas».

¿En serio? Como si inmediatamente fueran un objeto del deseo que carecen de entendimiento. Esta frase deja entrever que el entendimiento, o sea la razón humana, es meramente cosa de hombres.

 

2. «Tenías que ser mujer», cuando una mujer va manejando.



O sea que manejar es cosa de hombres, sólo los hombres lo hacen bien, te dejamos esta nota donde te explican que los hombres causan el 75% de accidentes automovilísticos, para ver si la próxima vez que veas a una mujer al volante, te atreves a decirle eso, esto incluye a las mujeres, mujer manejando ve a otra mujer y dice «tenías que ser mujer». Basta ya de tanta ignorancia, seres humanos.

 

3. «Hay que educar a las mujeres para que no dejen que les peguen».

Esta frase es tan absurda como si un juez dejara libre al asesino porque la culpa es de la víctima que no supo defenderse. No se trata de culpar a la medicina por no funcionar, sino de erradicar el virus que provoca la enfermedad. ¿No tendríamos que educar a los hombres para que dejen de violentar a las mujeres?

 

4. «El hombre llega hasta donde la mujer quiere».

¿Es tan involucionada la mente de un hombre que ante los instintos no sabe controlarse? ¿Dónde quedó el homo sapiens «hombre sabio»? No se trata de que todo hombre salte sobre el cuerpo de una mujer esperando que ella permita que él haga lo que quiera con su cuerpo. Son decisiones de dos personas, no del instinto animal.

 

5. «Fue su culpa por vestirse tan provocativa».

Claro, cómo se le ocurre a una mujer ponerse minifalda y salir a provocar a los hombres. ¡Cómo se le ocurre! Por favor, humanidad, es momento de que entiendas que ya evolucionaste, que tu raciocinio te permite controlar tu animalidad. Si una mujer quiere ponerse minifalda, quitársela, andar desnuda en la calle, tiene todo el derecho a hacerlo sin que llegue ningún hombre a quererse apropiar de su cuerpo.

 

6. «Las niñas bonitas no dicen groserías».

El lenguaje tiene fines fisiológicos, emocionales y sociales. Desde niños, en general, se nos enseña a que las groserías son malas. Y automáticamente nos quitan el sentido catártico que tiene despotricar y aliviar la conciencia con una lista de palabras que «no suenan bien». Y peor aún siendo mujer, a las niñas no se les permite porque «ese no es lenguaje de una señorita», ¿por qué? El vocabulario empodera y las groserías son fortaleza, por algo se dice que son palabras fuertes; ergo dan poder, ¿hay que quitarle ese poder a las mujeres desde pequeñas? Qué blasfemia.

 

7. «Necesitas que te cojan para que te pongas de buenas».

De entrada, decir que una mujer es «cogida», es que su cuerpo está a disposición del hombre que la toma, que la priva de su libertad, de tomar las riendas de su propio cuerpo. La sociedad es tan falocentrista que se ha instaurado de manera completamente equivocada. El falo vendrá siempre a curarlo y a salvarlo todo, o sea, una mujer necesita de un falo para «ponerse de buenas». Sí, el sexo es una maravilla y libera endorfinas y mejora el humor, pero una cosa es decir: ve a tener sexo para mejorar tu humor; y otra muy distinta «que un hombre te coja para que entonces sí, estés de buen humor».