Hace unas semanas supimos que Kiril Tereshin, el chico conocido mundialmente como ‘Hulk ruso’, planeaba dejar de inyectarse syntol y seguir los consejos médicos rellenando sus bíceps con silicona. Pero ya nada será posible pues lamentablemente está llegando al límite del dolor, sus brazos se han vuelto una pesadilla.
En un reciente video que publicó en su cuenta de Instagram, el joven ruso de apenas 21 años le contó a su público que lleva días sin pode levantarse de la cama, que el dolor en sus brazos es tal que ya está rezándole a Dios y pidiendo que el dolor disminuya. Lo único que le funciona ahora para calmar el dolor es una bolsa de hielo por varias horas, además de fuertes dosis de medicamento. Con una voz de mucha tristeza y dolor dice «Es el final, le pido a Dios que mi alma deje mi cuerpo, ya no soporto el dolor».
Lo que en su momento pareció una buena idea tanto para él, como para muchos de sus seguidores, hoy es una tortura. ¿Vale la pena estar al borde de la muerte con tal de «verse bien»? Un claro ejemplo de a dónde está llegando la sociedad con tal de encajar en los estándares de aceptación.