* La organización PETA pidió cambiar el lenguaje para evitar usar frases que hagan apología de violencia contra los animales.
En el mundo actual de lo «políticamente correcto», nada es correcto, simplemente porque con cualquier frase puedes herir a cualquiera.
Y es que las redes sociales nos han abierto al mundo y ahora conocemos muchos estilos de vida.
Por ejemplo, si antes decías: «Me tratan como negro», ofendes a una persona de raza de color, y así podemos seguirnos horas.
Y a esto de las ofensas al parecer tampoco escapan los animales, pues aparecieron sus defensores.
Así, la organización animalista PETA sostiene que las frases que trivializan el maltrato contra otros seres vivos deberían desaparecer del lenguaje cotidiano.
Por ello lanzó una campaña en redes sociales para eliminar del lenguaje cotidiano frases típicas que hacen alusión al maltrato animal.
Y hasta publicó algunas propuestas, por ejemplo: «matar dos pájaros de un tiro», quedaría como «alimentar dos pájaros con un bollo».
Cabe mencionar que PETA es la ONG más importante del mundo en la defensa de derechos de los animales.
En sus redes sociales compartieron una «tablita» con las frases que ahora deberías usar.
Destaca «conejillo de indias» cambiada por «ser el tubo de ensayo».
El problema es que los modismos son diferentes en todos los países. Claro ejemplo el lenguaje tan florido que hay en México.
La organización justificó su propuesta en los recientes llamados a modificar el lenguaje para hacerlo incluyente.
Cosa que la RAE (¡GRACIAS!) rechazó hacer.
Obviamente, algunos usuarios se dijeron sentir identificados y apoyaron la propuesta del novedoso cambio de modismos.
Otros lo tomaron con humor y pues las burlas no se hicieron esperar. (Aquí es donde AMLO debió estar)
Pero, también hubo duras críticas: «Cualquier oportunidad que tuvieron de conseguir mi respeto se ha ido, PETA».
«Este tuit suyo, que equipara el especismo con el racismo, la homofobia y el capacitismo, es profundamente perturbador», publicó la escritora vinculada a la cultura indígena Claire G. Coleman.
No cabe duda que la influencia social pudo haber sido el eje de esta campaña tan polémica.
Sea como sea, no dejaremos de decir: «Me canso ganso», o «me dio el mal del puerco», o «ya te vas de pata de perro», o la clásica «me quiero volver chango».
Foto: Pixabay
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