BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Este 29 de septiembre, Mafalda, cumple 52 años, convertida en uno de los personajes más reconocidos en Latinoamérica y en varias partes del mundo, además de ser una de las historietas más emblemáticas de la región.
Reflejo de la clase media y de la juventud progresista, a lo largo de los años Mafalda ha tenido un impacto profundo en la cultura de nuestra región, no solo en el ámbito popular, sino también en el político.
Durante todo este tiempo, esta inquieta niña, igualmente se ha distinguido por su defensa de los derechos humanos, abogando por una mejor humanidad y la paz mundial.
Mafalda apareció por primera vez el 29 de septiembre de 1964, como una tira de prensa en la semanario Primera Plana en Buenos Aires, Argentina.
Fue creada por Joaquín Salvador Lavado, bajo su seudónimo Quino, quien un año antes había publicado su primer libro de historietas “Mundo Quino”. Sin embargo, no fue hasta la aparición de Mafalda que encontró a su personaje más importante.
Tras su impacto en Latinoamérica, con los años la tira cómica ha viajado por todo el mundo, siendo traducida a diversos idiomas. Ha encontrado público fuera de la región: en Canadá, Europa y Asia.
Fue en 1969 que se editó el primer libro sobre esta chiquilla en Italia, titulado “Mafalda la contestataria” con un prólogo del escritor y filósofo italiano Umberto Eco.
La huella que la protagonista dejó, sigue con vida después de tanto tiempo. Lo curioso es que la tira cómica corrió desde 1964 hasta 1973, pero pese a que su última publicación fue hace más de 40 años, es reconocida por todas las generaciones.
Lo interesante del personaje no solo está en su trayectoria, sino en cómo se ha convertido en un símbolo de la defensa por la paz. Mafalda ha enseñado a muchas generaciones a ser inquisitivas y a buscar la verdad aunque incomode a otros.
Después de varios libros publicados, varios cortometrajes, una película y una serie animada, Mafalda se ha vuelto un icono. Será muy difícil poder olvidar a esa niña que no le gusta la sopa y se pone en contra de los adultos con sus cuestionamientos sociales y políticos.
Hay que señalar, que al igual que muchos otros personajes del comic, Mafalda ha pasado un evolución, empezando por su primera encarnación en 1963, hasta dejarla en 1973, tal y como la conocemos.
La dictadura argentina censuró innumerables libros, sobre teoría, sobre socialismo, luchas sociales, prohibió, por ejemplo, la venta de Sociología de la Explotación, de Pablo González Casanova, El Mayo Francés o el comunismo utópico, de Alain Touraine y Lógica formal y lógica dialéctica, de Henri Lefevre; y fue especialmente dura con la literatura infantil.
Sin embargo, la dictadura pasó por alto a Mafalda. «La sutileza de Quino superó con creces la bestialidad de los militares y sus censores», comentó en su momento el caricaturista Mario Casartelli. Los militares quisquillosos no encontraron nada que pudiera minar su autoridad, descreían del poder de una niña que hoy, 52 años después, cuando ellos son juzgados por la historia, sigue viva y explicando ese mundo del que todos nos queremos bajar tomados de su mano.
jcrh