CIUDAD DE MÉXICO,- Ángela Peralta -1845-1883- nació el 6 de julio de 1845, conocida como «El Ruiseñor mexicano» inició su carrera desde temprana edad y a los ocho años cursó estudios en el Conservatorio Nacional, además de interpretar «Belisario» de Gaetano Donizetti, se recuerda en el 171 aniversario de su natalicio a quien alcanzó fama gracias a su talento musical y prodigiosa voz.
Fue a los 15 años que debutó en el Teatro Nacional en el papel de «Leonora» en «II trovatore», de Giuseppe Verdi, posteriormente viajó a Europa buscando perfeccionar su técnica vocal y fue aclamada en aquel continente al interpretar «La sonámbula» de Vincenzo Bellini.
La soprano recorrió con grandes triunfos los teatros de Génova, Nápoles, Roma, Florencia, Bolonia, Lisboa, París, Barcelona, Madrid, El Cairo, Alejandría y San Petersburgo, e incluso se presentó en Nueva York y La Habana, para regresar a México en 1865 por invitación del emperador Maximiliano.
Dos años después volvió a Europa, donde se casó con Eugenio Castera y comenzó a componer piezas pequeñas como valses y romanzas, algunas de las cuales llegaron a ser populares, como «Adiós a México», «Lejos de ti» o «Nostalgia».
En 1871 regresó a México para realizar una gira por los estados de la República Mexicana, y seis años después regresó definitivamente al país, para presentar en el Gran Teatro de la Ciudad con un rotundo éxito la ópera «Aida», de Giuseppe Verdi, y estrenar también «Gino Corsini», ópera del mexicano Melesio Morales.
Su fama se vio afectada debido a la relación amorosa que la soprano tenía con Julián Montiel y Duarte, administrador de su compañía operística y que había iniciado antes de morir su esposo, situación que el público descubrió, y aunque recorrió los lugares más recónditos del país en busca de aceptación, no pudo reconquistar al público.
Debido a que fue una de las sopranos más vitoreadas en la historia de la ópera, llevando este arte a diversas ciudades del país, y difundiendo obras tanto europeas como mexicanas, varios teatros de la República llevan su nombre.
El Palacio de Bellas Artes, como reconocimiento a su trayectoria, puso su nombre al corredor cultural ubicado a un costado, donde se proyectan en pantalla gigante actividades culturales.
Ángela Peralta falleció a la edad de 38 años, víctima de una epidemia de fiebre amarilla el 30 de agosto de 1883, día en el que contrajo nupcias con su amante Julián Montiel y Duarte «in articulo mortis»; desde 1937 sus restos se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres.
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