ROMA, Italia.- Caravaggio, Velázquez y Bernini, tres maestros del arte, son homenajeados en Roma, con una exposición de obras provenientes de las Colecciones Reales de España. De igual forma, la muestra sirve para dar testimonio de las relaciones entre España e Italia en el siglo XVII, el siglo del barroco.
«La exposición abarca un período especial de la historia de Italia, porque buena parte de su territorio estaba bajo la corona española, en particular el Reino de Nápoles», dijo el profesor Gonzalo Redín Michaus, comisario de la exposición.
Bajo el título «De Caravaggio a Bernini. Obras maestras del siglo XVII italiano», la exposición que permanecerá abierta hasta el 30 de julio, presenta una selección de pinturas y esculturas realizadas por artistas italianos y españoles pertenecientes a diferentes soberanos de España y actualmente propiedad del Patrimonio Nacional español.
Entre las obras más importantes expuestas figura «Salomé con la cabeza de Juan el Bautista», de Caravaggio, realizada en 1609, una de sus pinturas más características del trazo del maestro del claroscuro y que se conserva en el Palacio Real de Madrid.
Resalta también «La túnica de José», realizada en 1630 por Velázquez, conservada en el monasterio de Escorial, cerca de Madrid y que el gran retratista realizó durante su primera estancia en Roma de 1629 a 1631.
Veinte años después, en 1649, Velázquez regresó a Italia, a pedido del rey Felipe IV de España, para adquirir obras de arte para decorar los palacios reales y enriquecer sus colecciones.
Para entender esa especial relación entre Italia y España, ese intercambio cultural que influyó la vida artística del viejo continente en el siglo del barroco, los organizadores seleccionaron importantes obras de artistas italianos.
En la lista figuran Guido Reni, Bernini, el Guercino, así como cinco obras maestras de José de Ribera, el grabador español que desarrolló toda su carrera en Nápoles convirtiéndose en maestro indiscutible de la escuela napolitana.
Entre las obras más bellas figura el Cristo crucificado de Bernini, realizada en 1655 en bronce y adquirida por el embajador de España en Roma como regalo para Felipe IV.
Se trata de la única obra del escultor más emblemático del barroco italiano realizada para ser llevada al exterior.
Inaugurada por la presidenta del Congreso de los Diputados, la española Ana Pastor y el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, buena parte de las pinturas fueron restauradas para la ocasión.
con información de AFP
jcrh