
Pacifista, humanista y férrea defensora de los derechos de la mujer, la escritora austriaca Berta von Suttner es recordada por su lucha y por obras como “Abajo las armas” (1889), que la convertirían en la primera mujer en obtener el Premio Nobel de la Paz, en 1905.
Nació en Praga el 8 de junio de 1843, en una época en la que predominaba el militarismo en el Imperio Austro-húngaro. Hija de un mariscal que murió antes de su llegada al mundo, Berta se crió en medio de un ambiente aristocrático, que le permitió aprender varios idiomas y viajar.
Cuentan sus biógrafos que la afición de su madre por el juego le hicieron dilapidar su fortuna y la obligaron a emplearse como institutriz en casa del barón Karl von Suttner, y ahí se enamoró de Arthur Gundaccar, protegido de la familia von Suttner, siete años más joven que ella.
Eso la hizo rechazar el matrimonio arreglado que le esperaba y que la despidieran, aunque la colocaron en París, como secretaria de Alfred Nobel, con quien habrá de tejer una sólida amistad.
Regresó ese mismo año, en 1876, y se casó en secreto con Gundaccar, propiciando que lo desheredaran y que la pareja se refugiara en Giorgia, donde apenas sobrevivió con pequeños trabajos de traducción o escritura de novelas de entretenimiento.
De acuerdo con el sitio especializado en biografías “ecured.cu”, durante este período la baronesa produjo “Es Löwos”, una descripción poética de sus vidas; cuatro novelas y su primer libro serio “Inventarium einer Seele” [Inventario de una Alma], en que refleja sus ideas y de su marido basados en lectura de autores evolucionistas como Charles Darwin y Hebert Spencer.
En esta obra incluiría ya el concepto de que la sociedad alcanzaría progreso sólo si alcanzaba paz.
Las biografías disponibles de la autora señalan que fue hasta 1885 cuando los Suttners finalmente volvieron a ser aceptados por la familia y regresaron a Austria de manera definitiva.
Ya en Viena, continúa la misma fuente, Bertha escribió la mayoría de sus novelas y se vinculó activamente a las organizaciones pacifistas, consagrando una gran parte de su tiempo, energía y escritura a la causa de paz.
Los conocedores de su obra recuerdan que una de sus mayores contribuciones fue cuestionar a los Estados que “periódicamente lanzan a la humanidad un baño de sangre bajo pretextos como la dignidad, el patriotismo o la propia defensa.
En 1889 escribió la que ha sido considera su obra máxima “¡Abajo las armas!”, biografía de ficción de una mujer a quien la guerra le ha arrebatado dos maridos: “una implacable descripción de los horrores y odios, cuando no injusticias, que provocan los conflictos armados”.
En ella, añade un sitio electrónico que vende su libro, Berta von Suttner pone de relieve la angustia de las mujeres cuyos maridos e hijos perdían la vida o quedaban mutilados en el campo de batalla. Pero también cuestiona a una sociedad que considera virtudes positivas el coraje combativo y el orgullo de ser soldado.
Dos años después de esa publicación, la pareja von Suttner vive en Venecia, donde impulsa la creación de una «sociedad de la paz de Venecia» (Friedensgesellschaft Venedig).
Ella conoce al marqués Benjamino Pandolfi, gracias al cual se reúne con otros representantes de las conferencias «interparlamentarias», las cuales a partir de 1910 reciben el nombre de «Unión Interparlamentaria».
En 1905, exponen sus biógrafos, en reconocimiento a sus trabajos, recibió el Premio Nobel de la Paz. Cinco años después publicó un volumen de “Memorias”, y cuatro años más tarde, a poco del comienzo de la Primera Guerra Mundial, ocurre su deceso.
aegm.
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