Sandro Botticelli (1445-1510) es uno de los grandes pintores en la historia del arte. Un genio que, de acuerdo con estudios de su obra, estuvo atormentado por lo cambios de sus ideales.
Botticelli vivió en un momento importante del arte en Florencia conocido como la Edad de Oro Florentina. Entre sus obras más destacadas se encuentran El Nacimiento de Venus y La Primavera, dos de los grandes íconos del Renacimiento Italiano.
Sandro Botticelli inició en el arte con el pintor Filippo Lippi. Su interés por la experimentación espacial y lumínica lo llevaron a otra bottega, a la de Andrea Verrochio, una de las más innovadoras. No fue hasta 1470 que estuvo al frente de su propio taller donde realizó su primera obra documentada: Fortaleza, la cual forma parte de la serie Virtudes. Dos años más tarde, figuraba en la Compañía de San Lucas.
Su fama como uno de los mejores pintores resultó en importantes encargos de instituciones públicas, eclesiásticas y de las familias florentinas más poderosas de la década, entre ellas la Médici.
Un importante llamado fue el del Papa Sixto IV para que decorara la Capilla Sixtina con sus frescos (1481) junto con Pietro Perugino, Cosimo Rosselli y Domenico Ghirlandaio.
El dinero y la creación de la belleza fueron grandes aliados. Mientras se sentaban los cimientos de la industria financiera, el arte florecía por medio de encargos. El auspicio permitió la compra de materias primas costosas, como el polvo de alabastro con el que Botticelli consiguió colores más brillantes.
Sin embargo, hubo quienes se posicionaron en contra de los lujos de los florentinos bajo el liderazgo de Girolamo Savonarola, quien mandó eliminar (Hoguera de la Vanidades) obras de arte, libros, vestidos y todo lo que incitara el pecado.
Para 1487, la pintura de Sandro Botticelli no era la misma: cambió sus desnudos, símbolo de belleza idílica, por expresiones más agonizantes como las plasmadas en La Calumnia o Crucifixión Mística. Esto se ha interpretado como una declaración a favor de Savonarola.
Este pintor italiano sigue cautivando y próximamente una de las Venus de Botticelli viajará por primera vez a Estados Unidos.
Bethsabé Olguin/Farenheit
jcrh