BERLÍN,- Intelectuales y escritores de Chile, Colombia, México y Perú, que integran la Alianza del Pacífico, deliberaron sobre cómo interesar más a Europa en la literatura latinoamericana, hecho que ocurre en el marco de la Feria del .Libro de Frankfurt
Representantes de los cuatro países participaron en una mesa redonda cuyo tema fue “La Literatura actual en Latinoamérica y Europa y como interesar uno al otro. ¿Qué se puede hacer contra el desinterés?”.
La conferencia se realizó en el marco del magno evento editorial a nivel internacional, en el que se efectuaron cuatro mil eventos literarios entre conferencias y discusiones con escritores, intelectuales, editoriales y agentes literarios, especialistas y público en general.
La mesa redonda de literatura de la Alianza del Pacífico la moderó Michi Strausfeld, quien es probablemente la agente más importante para la literatura latinoamericana en Alemania, país que tiene una fuerte industria editorial y un mercado lector de gran poder adquisitivo.
Estuvieron presentes Andrea Jeftanovic de Chile; Juan Esteban Constáin de Colombia; Renato Cisneros de Perú y Alejandro Estivill de México.
Los escritores de la Alianza del Pacífico pusieron de relieve que la única vez en que Latinoamérica ha sido invitada como región para ser la socia principal de la Feria del Libro en Frankfurt fue en 1976, hace 40 años.
Produjo un interesante pico de las editoriales y lectores europeos y alemanes pero perdió presencia desde entonces en el mundo editorial de Alemania y de otros países.
El español es un idioma que ha ganado mucho terreno en el mundo pero se queda por detrás del amplio uso del inglés, no sólo en la literatura porque hay mucha oferta editorial, sino que además está muy presente en las nuevas tecnologías.
Las conclusiones positivas de esa mesa redonda resaltaron la recuperación actual de las editoriales latinoamericanas a través del surgimiento de muchas editoriales independientes y pequeñas, parte de un fenómeno que está ocurriendo en el marco de la globalización.
Alejandro Estivill, quien actualmente es cónsul en Montreal y ha escrito varios libros, dijo a Notimex que en México ha sido muy importante el surgimiento de esas editoriales pequeñas, independiente pero fuertes.
Se manifestó convencido de que en México se está formando una nueva generación procedente de la así llamada Generación del Setenta. Esa generación está trayendo consigo una literatura más allá de la Ciudad de México.
Puso como ejemplo el libro “Tierra adentro”, de Elmer Mendoza, quien está presente en la Feria del Libro en Frankfurt, y que desde el punto de vista de la literatura del norte de México está teniendo una gran importancia. Apuntó que también otros escritores desde otras latitudes de México están cobrando relevancia.
Los escritores mexicanos jóvenes se interrelacionan, escriben en blogs, se comunican a través de las redes sociales. Las temáticas son muy divergentes y van desde lo más intimista hasta la situación social. También experimentan en materia de estilos.
Otra Literatura que también sobresale en la actualidad den México es la de mujeres, dijo Estivil, quien fue invitado por la Caniem (Cámara Nacional de la Industria Editorial de México) a participar en la Feria de Frankfurt junto a otros escritores mexicanos.
“Las mujeres hoy en día en México son las que llevan el mayor nivel estético y están llamando muchísimo la atención” y mencionó entre ellas a Ana Clavel, Rosa Beltrán, Valeria Luiselli, Cristina García, entre otras.
Señaló que, curiosamente, en la Generación del Crack (de la que forma parte Jorge Volpi) no hubo mujeres, sino que las escritoras han emergido en la actualidad. Apuntó que la generación de escritores mexicanos nacidos en los setenta utiliza las nuevas tecnologías como las plataformas de libro electrónico, tablets y redes sociales, incluso para jugar con la literatura y crear una narrativa.
En suma, las nuevas generaciones de escritores latinoamericanos están encontrando campo en la utilización de las nuevas tecnologías.
Los expertos resaltaron durante la mesa redonda que otro aspecto positivo es la intensificación de la comunicación entre ellos a través de esas nuevas tecnologías.
Sin embargo, un aspecto negativo en el que coincidieron fue que “la figura del agente literario no ha permeado, no ha logrado una madurez importante. El escritor sigue dependiendo para vivir de ejercer otras profesiones, muchas veces como profesor, en los Ministerios de Educación, en la diplomacia”.
Hay una diferencia ente la demanda y la oferta: la demanda no es tan grande como lo puede ser la oferta.
“El agente literario, sin embargo, se ha vuelto muy valioso, ha cobrado gran importancia en el mundo del idioma inglés. El escritor latinoamericano tiene que hacer por si mismo las labores de promoción de su propia obra, y eso le quita tiempo y esfuerzo”, consideraron. Los participantes de la mesa redonda manifestaron que el agente literario es una figura que se debe ir fortaleciendo en los países latinoamericanos.
Otro factor es que los países latinoamericanos no han tenido la suficiente fuerza para ser designados en forma conjunta para volver a presentarse como países invitados de honor. Además es costoso.
La conclusión fue que es importante que Latinoamérica esté presente en los eventos de promoción literaria y editorial, tal vez de una manera conjunta.
La otra parte de la mesa redonda se refirió a la valoración de la tradición existente y el diálogo con ella, en el sentido de cómo debían abordarse en la actualidad a figuras literarias latinoamericanas de gran peso, en particular Premios Nobel de Literatura. Si había que renovarlos, seguirlos utilizando, siguiendo o rechazando.
Los cuatro escritores participantes de la Alianza del Pacífico manifestaron que en Colombia ya hay un proceso de renovación muy importante, una literatura que está ya muy diferenciada de lo que es el realismo mágico de Gabriel García Márquez.
Por su parte, la figura de Mario Vargas Llosa permite apoyar juventud, una forma de hablar y apoyar identidad peruana de alguna manera, lo que les da mucha fuerza a los autores jóvenes, estimaron.
México tiene un Premio Nobel de Literatura (Octavio Paz, 1990), Chile tiene dos, Perú uno y Colombia uno.
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