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Para muchos actores, el papel que los llevó a la fama es signo de orgullo. Sin embargo, otros no lo están tanto y de hecho, viven atormentados con su pasado. A continuación les hablamos de algunas celebridades que durante años, han luchado para que el público olvide sus actuaciones más conocidas.
Robert Pattinson
Durante varios años fue el crush de montones de adolescentes. En la saga de Twilight interpretó a un vampiro de más de 100 años que asistía a una preparatoria y se enamoraba de una humana común y corriente. Precisamente la psicología del vampiro fue lo que jamás le gustó a Robert Pattinson.
En algunas ocasiones, el actor ha revelado que cuando leía el guion, se daba cuenta de que en realidad detestaba al personaje.
Miley Cyrus
Antes de ofrecer conciertos llenos de momentos polémicos, Miley era una niña buena que se hacía llamar Hannah Montana. De entrada, dice que era explotada pues su salario era muy bajo, además, dice que cuando la serie terminó, no se podía reconocer sin el personaje y eso la afectó mucho, por lo que ahora, no puede ver ni en pintura cualquier referencia a la exitosa serie.
Sean Connery
En más de una ocasión ha dejado claro que odia a James Bond. Aún así, el famoso espía fue el personaje que terminó de lanzar a la fama al talentoso actor.
Puede que su desprecio por 007 se deba a que en la época en la que él portaba el traje, las historias del espía atravesaban un muy mal momento.
Kate Winslet
Todo el mundo la ubica como Rose de Titanic. A la larga, ha hecho que Kate Winslet no tenga muy buenos recuerdos de ese personaje. Además, ha dicho que odia la actuación que tuvo y todo el tiempo se pasa criticando su desempeño en la cinta que también contó con Leonardo DiCaprio.
Blake Lively
Odiar a un personaje que te volvió famoso también es un fenómeno de la televisión. La bella Blake Lively no quiere saber nunca más de Gossip Girl.
Ella apareció en todos los capítulos de la serie, pero ni así, tiene buenos recuerdos de la época en la que se hacía llamar Serena.
Angus T. Jones
El problema con Angus y su papel como Jake en Two and a Half Men es que mientras aún se grababa la serie, él se convirtió en Testigo de Jehová. Desde entonces, decía que la serie no era más que «suciedad». Actualmente, no quiere saber más del programa que nuevamente le genera ilusión a Charlie Sheen.