11:30 de la noche, la fila de la dulcería sin fin aparente. En medio, un Spider-Man, un Star-Lord y hasta un niño Black Panther sosteniendo su charola desde hace más de una hora.
Sí, Avengers: Infinity War ya se estrenó en cines y por eso todo mundo está emocionado desde los avances. Las luces se apagan y mientras aún se abren los popotes y las palomitas siguen sin salsa la pantalla clama por atención.
Es la secuencia directa y visceral de Thor: Ragnarok. Excepto que aquí no hay chistes ni un aire retro-futurista. Todo es oscuro, serio, imponente y sin piedad.
Los directores y Kevin Feige lo advirtieron pero nadie quería escuchar. El título de la película aún no aparece en pantalla y ya sucedieron cosas que hace unos años jamás hubiéramos imaginado.
Nueva York y el espacio
Tras el explícito inicio, los ojos no parpadean y las piernas están inmóviles. Sobretodo porque el ritmo de la cinta es inmejorable y los protagonistas no dejan de aparecer.
Los hermanos Russo acertaron en dividir la película en dos grupos. Éstos van asumiendo sus lugares rápidamente y son muy parecidos a los planteados en los pósters.
Por su parte, la esencia de cada héroe está muy bien marcada. Dr. Strange nos presenta un mundo lleno de posibilidades, Spider-Man da su toque de frescura mientras que los Guardianes de la Galaxia se vuelven los más divertidos de la historia.
Thanos no está para juegos
El punto débil en las cintas de Marvel siempre ha radicado en sus villanos. Thanos es todo lo contrario. Directo y sin rodeos va a lo que quiere. No duda en actuar y sus fieles sirvientes menos.
Josh Brolin realmente luce imponente. Da miedo al presentarse en primer plano y jamás reduce la angustia que sentimos al ver a uno de los defensores de la tierra frente a él.
Wakanda forever
Justo como se veía en los adelantos, Wakanda sería uno de los puntos estratégicos en la batalla y por ello, el escenario no tarda en prepararse.
La entrada de cada personaje es única y memorable. Por supuesto, el regreso del Capitán América es de lo más aplaudido, pero en general, el cosquilleo al ver cada entrada es incomparable.
Todos han madurado, todos muestran una evolución digna de cualquier historia trascendental. No son los mismos que conocimos a lo largo de la última década y sí, son las versiones que siempre quisimos ver.
El espacio… una barrera superada
Thor y Guardians of the Galaxy fueron las cintas que dieron apertura a mirar fuera del planeta.
En Infinity War sucede a gran escala y por eso conocemos más historias, personajes y mitos. De hecho, mucha parte de la acción sucede lejos de la tierra, incluida la mejor pelea de todo el MCU.
Amor, amistad y más sentimientos que cobran muy caro
Otro punto que marca la evolución de cada uno de los personajes (muy a su estilo) se refleja en los sentimientos que plasman en pantalla. Los lazos de amistad son muy sólidos y las parejas que anda por ahí, arriesgan todo desatando consecuencias muy delicadas.
Al fin nos alegramos del humor
Además de los enemigos blandos, el MCU ha sido criticado por su exceso de chistes. Por ejemplo, Thor: Ragnarok fue un mar de chistes que si bien, casi todos eran buenos, la cinta perdía seriedad.
En Avengers: Infinity War, los chistes son varios, pero muy necesario. Y es que entre tanta tensión, se agradece que podamos relajar los músculos.
Infinity War y su brutal final
Muchos son los puntos a favor en esta cinta, entre ellos, el gran final. Es brutal y arriesgado, ideado para no dejarte dormir durante muchos días.
La cinta la van a necesitar ver más de una vez para digerir todo lo que sucede y sí, sin duda es la mejor de todo el MCU u el cine de superhéroes en general.