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Sí, Solo: A Star Wars Story no ha tenido el mejor primer fin de semana y más bien, se ha considerado un fracaso. Pero ante toda expectativa, es una gran cinta que incluso, tiene argumentos para ser de las mejores en la franquicia.

Probablemente sus números en taquilla empiecen a mejorar con el paso de los días -cosa que aliviaría a todos los involucrados pues el presupuesto de la película fue el más alto que el Episodio VIII-. También es casi seguro que la popularidad de Han crezca (aún más). Y es que Alden Ehrenreich hizo un gran trabajo como el contrabandista más famoso de la galaxia.

Hablemos de ESA escena en el spin-off de Han Solo

Como se esperaba, la película basada está llena de traiciones, cambios de bando inesperados y mucha acción. Pero en medio de todo eso existe un elemento clave que le da una gran dirección: la intriga.

¡Atención, desde aquí encontrarán spoilers sobre la película!

Ya en la recta final, todos nos decepcionamos con la decisión que Q’ira toma. Pese a su promesa de seguir a Han y explorar todo el universo, ella termina por tomar el lugar del fallecido Dryden e inesperadamente hace contacto con el siniestro ser detrás de Alba Escarlata. Éste es nada más y nada menos que Darth Maul, ahora conocido simplemente como Maul.

¡Sí! sobrevivió al sable de Obi-Wan-Kenobi que lo partió a la mitad y lo mando al abismo en el Episodio I. Tras ser salvado con magia y tecnología (justo como se ve en la serie animada, The Clone Wars), se vuelve un poderoso criminal.

Así, muchos años después de The Phantom Menace, Darth Maul es presentado brevemente con todo y sus piernas de metal. Dando así, un pequeño guiño a que tal vez lo veamos en una probable secuela de Solo: A Star Wars Story que ahondará más en el pasado de Qi’ra.

Por otro lado, se espera que de ser oficial el spin-off de Obi-Wan-Kenobi, éste explore su reencuentro con Darth Maul, justo como se ve en la serie Rebels. Aunque eso sí, ya se sabe cuál fue su destino: