Al parecer, el público ha sido marcado para siempre con las historias de acoso sexual por parte de Kevin Spacey en distintos proyectos donde ha trabajado, incluida la serie que lo colocó en la cima de la televisión: House of Cards.
Antes de que se desataran las protestas en su contra respecto a sus actos de abuso incluso de menores de edad, en 2015 inició el rodaje de la película Billionaire Boys Club, junto a Ansel Elgort, Taron Egerton, Jermy Irvine, Emma Roberts y Suki Waterhouse.
La historia está basada en hechos reales, los amigos Jose Hunt y Dean Karney convencen a sus ex compañeros de Harvard para crear un fondo de inversiones llamado Billionaire Boys Club mediante el cual podrían colocarse en la cima de la sociedad de Los Ángeles de los años 80.
Finalmente, la película quedó lista tres años después y fue estrenada el fin de semana pasado. Este filme rompió récord como la película de Spacey que menor ganancia ha generado en su estreno. La cantidad es tan triste que obliga a los reflectores a señalarla: 126 dólares, no miles, no millones, 126 dólares a secas, sin ceros que los respalden. En cada una de las 10 salas donde se presentó, sumó un total de $12.60 dólares, lo que da un promedio de boleto y medio, pues una entrada cuesta aproximadamente $9.27 dólares, o sea, la vieron menos de dos personas por sala.
Al parecer, la cruz de esta película se apellida Spacey y es que no solo causa repulsión sus demandas por acoso, también lo hace su personalidad complicada para lidiar en lo laboral y su manera hiriente y poco adecuada de dirigirse a sus compañeros. En tiempos del #Metoo es importante que los realizadores de películas y series elijan minuciosamente a su equipo de trabajo.
Foto: Wikicommons
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