Cultura para la Armonía es el programa de mayor impacto social en México, aseguró hoy el secretario mexicano de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, durante su participación aquí en el panel Juventud, Convivencia, Cohesión y Construcción de Paz.

“México, Cultura para la Armonía, es un programa que tiene un impacto social, como ningún otro”, sostuvo Tovar y de Teresa durante su exposición en el marco de la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Cultura, que se desarrolla en esta ciudad del Caribe colombiano durante dos días.

El programa responde a la realidad diversa de México y a sus necesidades más urgentes de articular todo el sector en beneficio de las comunidades, especialmente en aquellas zonas donde se ha fracturado el tejido social.

El funcionario mexicano explicó que el objetivo del programa es colocar el quehacer cultural en el marco de los programas y acciones del gobierno federal, que buscan fortalecer el desarrollo integral de las comunidades vulnerables en México.

A juicio de Tovar y de Teresa, el problema común de América Latina es cómo trabajar en función del fortalecimiento del tejido social, que se fractura, pero que es necesario dar una respuesta de acuerdo a las necesidades de cada país en particular.

El secretario comentó los tres ejes esenciales del programa, como son: Arte en armonía, culturas vivas, y tiempo creativo y dentro de ellos se pudo ver “lo que convocaba a los niños y jóvenes en recreación artística”.

“Otro programa que ha tenido mucho éxito es cine en comunidad, en el que hemos dotado a las bibliotecas de un proyector, pantalla, y bocinas, para que proyecten películas mexicanas, documentales y temas significativos. La proyección se hace en sitios públicos bajo la responsabilidad de las bibliotecas”, anotó.

Según Tovar y de Teresa, en el primer mes este programa de cine en la comunidad concentró a 200 mil personas, lo que demuestra el impacto social de esta iniciativa.

Un elemento fundamental del proyecto es promover e involucrar a las comunidades para que sean ellas las que determinen cuaáles programas les interesa desarrollar en sus localidades.

Los recursos para los programas que se deciden por convocatoria pública se adjudican única y exclusivamente con las propias definiciones de las propias comunidades.

En este proceso de integrar las comunidades y los entes públicos hay otro elemento fundamental y es “no hacer nada al margen de los gobiernos locales y regionales”.