ROMA,- El manuscrito elaborado por Leonardo Da Vinci (1432-1519) con el que buscaba construir máquinas para volar, es el centro de una muestra presentada en los Museos Capitolinos de Roma, denominado el «Códice sobre el vuelo de las aves».
El códice original, custodiado en la Biblioteca Real de Turín desde 1893, es un cuaderno en el que el genio toscano escribió e ilustró sus estudios sobre el vuelo, explicó el superintendente para Bienes Culturales de Roma, Claudio Parisi Presicce, al presentar la exhibición a los medios.
Y es que basándose en la observación de las aves, Leonardo elaboró una teoría con la que proyectó crear máquinas para volar.
Según Parissi Presicce, el análisis del vuelo de los pájaros fue realizado en modo rigurosamente mecánico elaborando proyectos, apuntes y dibujos sobre la fisonomía de las aves, respecto a la resistencia del aire y sobre las corrientes.
El códice, que será expuesto al público el 17 de abril próximo, está custodiado en una vitrina climatizada especialmente creada para mantener el nivel adecuado de humedad relativa y que permite al visitante admirarlo en su totalidad.
A través de un sistema multimedial “touchscreen”, el público puede hojearlo virtualmente, navegarlo en alta resolución y leerlo gracias a las transcripciones en italiano y en inglés.
La muestra se enriquece con algunas copias anastáticas, entre ellas una edición francesa del siglo XIX proveniente igualmente de la Biblioteca Real de Turín.
Asimismo, el instituto TeCIP de la Escuela Universitaria Superior de Sant’Anna de Pisa, que participó en la organización de la exposición, puso a disposición del público contenidos multimediales e imágenes tridimensionales (3D) que permiten una percepción de los prototipos realizados por Leonardo.
Las imágenes de alto impacto emocional acompañan al visitante, como en un viaje, entre las geniales intuiciones del maestro toscano.
Además, la exposición incluye una instalación de la Agencia Espacial Italiana que recorre las principales etapas del vuelo humano y robótico en el espacio, como las misiones ExoMars hacia el planeta rojo, el lanzamiento de satélites y la habitabilidad de la Estación Espacial Internacional (EEI).
Gracias a las tecnologías utilizadas los visitantes tienen la sensación, por algunos minutos, de abandonar la realidad física para rodearse del espacio y del tiempo en el que vivió Da Vinci, mientras que un video tridimensional reproduce el documental “A la conquista del cielo”, de David Attenborough, completamente dedicado al vuelo.
El códice de Leonardo está integrado por 18 hojas y dos cubiertas. Las páginas contienen, además de la observación del vuelo de las aves, explicaciones sobre cómo acuñar monedas y preparar los colores.
Dibujos de volátiles, figuras geométricas, diseños mecánicos y arquitectónicos enriquecen el manuscrito, que incluye siete dibujos en sanguina, una técnica pictórica basada en una variedad de óxido férrico llamada hematites.
“Volar ha sido siempre sueño y ambición del hombre, deseo fuerte de superar la propia barrera física que lo tiene anclado a tierra. Fue en el siglo IV antes de Cristo que se hizo la primera construcción de un objeto alado del que se tiene noticia, obra del matemático y filósofo Archita di Taranto”, señaló Parise Presicce.
Pero, añadió, para conocer la mejor y más rica síntesis entre la ambición atávica de volar y los primeros proyectos de máquinas voladoras concebidas científicamente es necesario llegar a Leonardo y a sus experimentos, fruto de largas y pacientes observaciones del vuelo de las aves.
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