CIUDAD DE MÉXICO.- En 1831 -Nikolái Gógol- se incorporó como profesor de Historia en la Universidad de San Petersburgo y fue durante ese año que comenzó a dedicarse de lleno a la literatura, el escritor colaboraba regularmente con publicaciones de la época y de ahí surgió el texto «Las Veladas en la finca de Dikanka».
Autor de obras de teatro, relatos y novelas reconocidas como obras maestras de la literatura realista rusa del siglo XIX, entre ellas «El diario de un loco» (1835) y «Almas muertas», el escritor es recordado a 165 años de su muerte ocurrida el 4 de marzo de 1832.
Nikolái Vasílievich Gógol nació el 31 de marzo de 1809 en Mirgorod, provincia de Poltava en Rusia. En 1820 llegó a San Petersburgo donde ejerció como funcionario público y comenzó a moverse dentro de los círculos literarios de dicha ciudad.
En 1835 abandonó la Universidad y se dedicó a escribir una de sus obras más famosas “El diario de un loco”, un relato de la vida de Axenty Ivanovich Poprishchin, un funcionario de la burocracia ucraniana cuyas anotaciones en su diario íntimo muestra cómo en medio de la rutina de su labor y humillaciones de su vida, surgen en su mente ideas referenciales que progresivamente adoptan tintes delusivos.
Ese mismo año publicó “Mirgorod” y “Arabescos” y poco después fue obligado a dejar su país debido a la publicación de su obra “El inspector”, una sátira de la corrupción de la burocracia.
El escritor se trasladó a Roma donde comenzó su obra cumbre “Almas Muertas”, considerada la primera novela realista en la literatura rusa con la que Gógol alcanzó notable repercusión y le valió gran fama como narrador.
El protagonista de la historia es Chíchikov, quien tiene como plan comprar “almas muertas” para así poder pedir un crédito al Estado. Es el relato de sus andanzas de Gógol por la Rusia rural, en el que muestra su talento no sólo para la sátira, sino también para la descripción de inolvidables caracteres.
En 1842 publicó “El capote”, un relato corto acerca de un ocupado funcionario, víctima de la injusticia social.
De acuerdo con el sitio “www.buscabiografias.com” el autor realizó un viaje a Tierra Santa y a su regreso destruyó una gran cantidad de manuscritos inéditos, bajo la influencia de un sacerdote fanático, quien le convenció de que sus obras narrativas eran pecaminosas.
Nikolái Gógol falleció el 4 de marzo de 1852, en Moscú, al borde de la locura, pero dejó una extensa variedad de obras como “El Viy”,“Historias de San Petersburgo”, “La avenida Nevski”, “El retrato”, “La feria de Soróchintsy” entre otras.
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