ROMA, ITALIA.- El último libro escrito por el cómico italiano y Premio Nobel de Literatura Dario Fo, «Quasi per caso una donna-Cristina di Svezia» (Casi casualmente una mujer: Cristina de Suecia), aparecerá póstumo en librerías el 2 de enero próximo, publicado por su editorial de confianza, Guanda.
A su muerte, el 13 de octubre pasado, Fo estaba dando los últimos retoques a su obra postrera, dedicada «a una mujer fuera de lo común, rebelde, heroína y reina imposible» restituyéndole su absoluta originalidad.
Amante del arte, del teatro, la música y la literatura, nacida y crecida en una Europa destrozada por la Guerra de los 30 años, Cristina quedará atrapada entre las luchas religiosas y de poder, de política y de sexo de su época. Hija de un monarca iluminado como Gustavo Adolfo, muerto en guerra a los 38 años en 1632, Cristina ascendió al trono a los siete años y abdicó a los 29 en favor de Carlos X Gustavo para poder convertirse al catolicismo y radicarse en Italia en 1654.
Fo le da voz después de haber examinado textos históricos, observado pinturas que la retrataban, consultado las crónicas de su época y de haberla imaginado bastante y de paso rinde homenaje a esas mujeres que, a lo largo de la historia, han forjado contra viento y marea su propio destino, exaltándoles la grandeza y la originalidad.
Cristina, anticipándose a su época, fue una mujer emancipada que amaba vestirse de varón pero sobre todo amaba a las mujeres.
Tanto en Suecia como en Roma, se rodeó de filósofos (los suecos dicen que la única contribución de su país a la filosofía fue haber matado a René Descartes, muerto de pulmonía en la gélida corte de Estocolmo) o Pascal, artistas y compositores y también escritores de la talla de un Molière.
Con su último libro y su anterior, «La figlia del papa» (La hija del papa), dedicado a Lucrecia Borgia, el Premio Nobel de Literatura italiano descubre dos grandes figuras femeninas que tienen todavía mucho que contar al lector contemporáneo.
jcrh