CIUDAD DE MÉXICO.- Promover música innovadora y arriesgada por medio de conciertos, presentaciones, talleres, charlas y un proyecto de archivo musical es uno de los principales objetivos del festival El Nicho #6, que busca expandir los horizontes de la cultura contemporánea durante cinco días de propuestas de México y el mundo.
Del 11 al 15 de mayo el festival tendrá múltiples sedes entre las que se encuentra el Museo Tamayo. Para consultar mayor detalle se puede consultar su página www.elnicho.org, la mayoría de eventos serán gratuitos salvo tres para los cuales se venderán boletos a través de BOLETIA con preventa hasta el 22 de abril.
“Estamos planeando cinco días de festival que mezcla todo lo que es en torno a la música que llamamos experimental, aunque es más una cuestión de un género difícil de encerrar entonces tratamos justamente de ser un híbrido entre varios géneros para que un público pueda pasar de una cosa a la otra, encontrando un viaje y una historia en lo que hacemos cada año”, dijo Namour.
Cualquiera podría pensar que experimental es lo mismo que alternativo; sin embargo, Namour destaca que no es así, “al final hay una serie, una red de festivales de estas tipologías, quizás 20 o 30 en el mundo entonces no es ‘alternativo”, seguramente no es música alternativa, esto es esencial que uno lo entienda”.
La propuesta para El Nicho #6 es fusionar la música experimental con otras artes agregando tintes editorialistas, arte contemporáneo, cine experimental, arquitectura, danza, performance y hastastand up comedy: “en este festival orgánicamente he logrado llegar a un punto donde la música como la definimos, nueva en ese sentido, sí se conecta con las otras culturas contemporáneas”, detalló Namour.
El festival no es para nada cerrado en cuanto a sus públicos, ya que de acuerdo con lo observado en las pasadas ediciones llegan personas desde los 18 a los 70 años sin distinción de género e incluso se toma en cuenta a los más pequeños con El Nichito.
“Lo que más me emociona y lo que más veo, aunque la palabra sea muy banal, es que sí es muy ecléctico. Tenemos jóvenes de 18 a 25 años, estudiantes porque el 80% del festival es gratuito, este año estamos cobrando una parte porque son demasiado costosos estos eventos. Tenemos señores de 60 o 70 años hasta niños (…) hay un público que es muy ecléctico comparado con festivales que se determinan más como de noise o ‘experimental’”.
La invitación principal para la organización del festival es acudir a vivir el resultado de la experimentación y fusión de disciplinas: “lo que yo quiero es que alguien pueda relacionarse con lo que se está presentando y que pueda odiarlo o que le encante o le mueva”, afirmó Namour. “Lo que me gusta es que sí hay un equilibrio y al final es el público quien viene a descubrir el equilibrio y juzgar si le gusta o no, a nadie le va a gustar todo, pero creo que es bueno ver todo o al menos estar en los espacios que lo permitan”, agregó.
jcrh