Martin Luther King fue asesinado el 4 de abril de 1968, hace 50 años, de un disparo cuando se encontraba en un hotel en Memphis, Tennessee.
Estas son algunas de las citas más memorables del líder de los derechos civiles de Estados Unidos conocido por su gran retórica:
– El racismo –
«Tengo un sueño: que mis cuatro hijos algún día vivirán en una nación donde no se les juzgará por el color de su piel sino por su carácter».
23 de agosto de 1968 en la Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad
– La Guerra de Vietnam –
«Me opongo a la guerra en Vietnam porque amo a Estados Unidos. Me pronuncio en contra de esta guerra, no con ira, sino con angustia y tristeza en mi corazón, y, sobre todo, con un deseo apasionado de ver a nuestro querido país seguir siendo el ejemplo moral del mundo. Hablo contra esta guerra porque estoy decepcionado de Estados Unidos y no puede haber una gran decepción cuando no hay un gran amor».
30 de abril de 1967, Riverside Church, Nueva York
– Su legado –
«Sí, si quieres decir que yo era un tambor mayor, di que yo era un tambor mayor de la justicia. Di que yo era un tambor mayor de la paz. Yo era un tambor mayor de la rectitud. Y todas las otras cosas superficiales no tendrán importancia».
4 de febrero de 1968, Iglesia Bautista Ebenezer, Atlanta, Georgia
«La verdadera medida de un hombre no es su posición en circunstancias convenientes y cómodas, sino su posición en tiempos de desafíos y controversias».
El libro «Strength to Love», 1963
– El bien y el mal –
«Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra en la realidad. Es por eso que el bien temporalmente derrotado es más fuerte que el mal triunfante».
10 de diciembre de 1964, discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz, Oslo, Noruega
– Su discurso final –
«No sé lo que pasará ahora, se nos vienen días difíciles. Pero realmente no me importa porque he estado en la cima de la montaña. Como a cualquiera, me gustaría vivir una larga vida. La longevidad tiene su lugar. Pero ahora no me preocupa eso. Solo quiero hacer la voluntad de Dios. Y Él me permitió subir a la montaña y he mirado, y he visto la Tierra Prometida. Puede que no llegue allí con ustedes, pero quiero que sepan que como pueblo llegaremos a la Tierra Prometida. Así que estoy feliz esta noche. Nada me preocupa. No le temo a ningún hombre. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor».
3 de abril de 1968, templo del obispo Charles Mason, Memphis, Tennessee
Con información de AFP.
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