La Academia Mexicana de la Lengua (AML) dio la bienvenida oficial a la investigadora mexicana Sara Poot-Herrera como miembro correspondiente, en atención a sus conocimientos lingüísticos y méritos literarios.
Durante una ceremonia celebrada en el Auditorio «El Divino Narciso», de la Universidad del Claustro de Sor Juana (UCSJ), Felipe Garrido expresó a nombre de la Academia su beneplácito y dio la bienvenida.
Poot-Herrera fue elegida por su importante aportación al mundo de las letras, respaldada en su vasta producción literaria, así como en su trabajo permanente en la difusión de la cultura mexicana más allá de las fronteras.
Acompañada de integrantes de la AML, entre ellos Ramón Xirau, Rosa Beltrán, Gonzalo Celorio y Xavier Quirarte, además de invitados especiales como la Premio Cervantes de Literatura 2013, Elena Poniatowska, Poot-Herrera centró su discurso en la figura de Sor Juana Inés de la Cruz y el estado de Yucatán, su tierra natal.
La también doctora en Literatura Hispánica por el Colegio de México, hizo una relación entre Yucatán y la monja novohispana, de quien señaló algunos de sus momentos en San Jerónimo, «antes y después de ser convento».
Se refirió a la llamada Décima Musa, como escritora, humanista, política, economista, pensadora e intelectual mexicana, al tiempo que citó a diversos autores cercanos a ella y que más tarde vivieron en Mérida, como fue el caso de Juan Ignacio Castorena y Urzua.
Tras recordar el ingreso de Sor Juana al convento de San Jerónimo como novicia en 1668, en su discurso refirió «que el 24 de febrero de 1669 (Sor Juana) protestó como monja jerónima de coro y velo, el 8 de febrero de 1694 con su sangre ratificó su voto y reiteró su defensa de la Inmaculada Concepción.
«Sí, el 18 de diciembre de 1686 votó y con otras 86 firmas monjiles juró por la purísima Concepción, el 17 de febrero de 1694 ratificó su voto y explicó doctamente su voto».
Además «Si el 24 de febrero de 1669 firmó con su nombre el acta de profesión, el 5 de marzo de 1694 firmó de nuevo con su sangre, ratificó y reiteró su voto por la Inmaculada Concepción de la Virgen».
La también investigadora y profesora de español y portugués en la Universidad de California en Santa Bárbara, donde también es cofundadora y directora de UC-Mexicanistas, expuso que fue en el Claustro donde la poetisa tuvo varios cargos.
Fue tornera, secretaria, contadora, escribió poesía, sonetos, romances, seguidillas, redondillas, décimas, homenajes, billetes, silvas, auto sacramentales y, en sus ratos libres, versos y prosas en varios tomos.
La pena de su muerte, continuó, se selló en el convento de San Jerónimo, el claustro desde donde Sor Juana Inés de la Cruz se asomó a las estrellas, al cuerpo y sus humores, y vio venir la sombra fugitiva y despertó con el mundo iluminado de su poesía.
«San Jerónimo, donde escribió ‘un papelillo que llaman el Sueño’; nuestro viaje con Sor Juana es un nuevo intento de marcar el transcurso de su vida, no de modo lineal, sino haciendo una especie de idas y vueltas entre las coordenadas espaciales y temporales donde tuvo lugar el nacimiento de la poesía y la prosa novohispana más trascendental de todos los tiempos.
«Eso fue hace 321 años. Y aquí estamos, no como si hubieran pasado 300 o 200 o cien años, ni siquiera tres, ni dos ni uno».
Agregó: «Pero estamos en 2016 y urgidos por un coro de investigadores que vayan quitando velos para descubrir si no originales de la obra de Sor Juana, sí de su tiempo y entender cómo fue para interpretarlo desde hoy, cuando hemos visto que Sor Juana perteneció a varios mundos y fue cambiando hasta apagar las luces de su celda».
Después, la también escritora Margo Glantz fue la encargada de responder el discurso de la autora yucateca.
La especialista en literatura novohispana y mexicana contemporánea, Sara Poot-Herrera, fue electa el 23 de enero de 2014 como miembro correspondiente al Estado de Yucatán. La propuesta fue presentada por los académicos Margo Glantz, Fernando Serrano Migallón y Javier Garciadiego.
aegm.
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