"La Retirada", la utopía de un presidente honesto | Digitall Post : Digitall Post
Arte "La Retirada" director Héctor Bonilla Juan Carlos Barreto en el protagónico María Rebeca y Mariajosé Brunet. puesta en escena Roberto D'Amico Rodrigo Cachero

«La Retirada», la utopía de un presidente honesto

«La Retirada», la utopía de un presidente honesto

CDMX, México.- Héctor Bonilla dirige la obra que recrea la historia de la vida de un Presidente dentro de un mundo utópico.

En un México utópico, Alejandro Millán gobierna nuestro país, un país que no deja de padecer los conflictos de siempre, pero con la novedad de que Millán es un hombre honesto (ahí la utopía), que sobrepone su responsabilidad ante la vida misma y su familia.

«La Retirada» llega al Teatro Milán próximamente, cuenta con las actuaciones de Juan Carlos Barreto en el protagónico, Roberto D’Amico, Rodrigo Cachero, María Rebeca y Mariajosé Brunet.



«No entiendo por qué la gente quiere ser presidente, antes prefiero ser actor o domador de tigres de bengala, porque ha de ser terrible tener la responsabilidad de un país como México, que ha sido saqueado de tantas maneras», expresó Barreto durante la conferencia de prensa realizada en este recinto de la colonia Juárez.

María Rebeca es una de las partes más indispensables de este gobierno, al ser la mano derecha de del Presidente, que da importancia a varias decisiones políticas, mientras que la parte familiar del mandatario, está encargada por su hija, quien ante su indiferencia lo enfrenta con la ayuda de su novio, un actor con ideales políticos interpretado por Cachero.

«Creo que tenemos el país más rico del planeta… En alguna ocasión le preguntaron a una ministra de Inglaterra que para ella cuál era el país más rico, contestó que México porque lo roban cada seis años y tiene fuerza para levantarse y volver a ser saquedado», expresó.

Al finalizar la conferencia, el actor comentó a manera de broma «Cuando me llega este libreto, el personaje me llenó de ganas. Lo que no puedo gritar a Peña Nieto, acá se lo digo a un presidente ficticio, hago catarsis y me ahorro el terapeuta».