MÉXICO.- No es un secreto… en México, los habitantes leen muy poco. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Lectura de 2015, en el país el promedio de libros que son consultados es de 5.3. Pero, ¿por qué ocurre esto? Muchas son las hipótesis y van desde las económicas a las sociales y por supuesto las culturales.

Sin embargo, según opiniones de la industria editorial, la principal causa es el poco acceso que se tiene a los libros.

Carlos Anaya, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), pone el dedo en la llaga: en el país, existen 1.204 puntos de venta, pero sólo 500 son librerías y la mayoría están concentradas en las grandes ciudades. En el interior de la República, la situación no es mejor: 94% de los municipios no cuentan con una librería.

Claro que también existe la percepción de que al libro se le considera como un lujo y no una verdadera necesidad. Y es que para los comerciantes, uno de los principales problemas para la supervivencia de las librerías es que el libro goza de una tasa cero de impuestos, pero su venta no.

Todos los gastos por la renta de un local, el transporte y el salario del personal generan un Impuesto al Valor Agregado (IVA) y no pueden transferirse a lo que venden, eso ha reducido los márgenes de ganancia.

Al inconveniente fiscal se suman otros obstáculos como la fotocopia de materiales, la piratería y el robo. Curiosamente, los llamados electrónicos no han tenido un impacto importante en el mercado, debido a su poca penetración, ya que sólo ocupan entre 2 y 3 por ciento del total de los potenciales compradores.

Sin embargo, el panorama de la lectura no es sombrío en todos sus puntos. El ejemplo más claro es la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, la segunda más importante del mundo.

México es, además, el principal país hispanohablante en cuanto a producción de libros en Latinoamérica, con casi 30.000 títulos publicados en 2015, de acuerdo con el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe. También hay indicios de que el motor de la industria editorial son los jóvenes. La literatura infantil y juvenil es el género con más ventas en el país.

con información de agencias y El País

jcrh