CIUDAD DE MÉXICO.- La relación creativa entre Pablo Picasso y Diego Rivera, dos de los artistas más importantes del siglo XX, la similitud en su formación e influencias del arte antiguo en sus obras son presentadas en la muestra «Picasso y Rivera: Conversaciones a través del tiempo».

Esta muestra, tiene como prioridad el aborda la manera en que Picasso (1881-1973) y Rivera (1886-1957) se relacionaron con la academia, los descubrimientos arqueológicos, las civilizaciones mediterránea y precolombina, así como la influencia de estos temas en sus trayectorias artísticas.

La exhibición además establece un diálogo histórico y visual comparativo, de la biografía y la relación entre ambos pintores a inicios del siglo pasado.  Dentro del periodo que abarca la muestra, se exploran también los momentos de intersección que fueron importantes para la formación de la modernidad en Europa y América Latina.

Esta sensacional exhibición, podrá ser admirada en el Palacio de Bellas Artes de la Cuidad de México, a partir del 14 de junio. Contará con más de 100 obras de estos dos iconos del mundo de arte.

«Picasso y Rivera: Conversaciones a través del tiempo», se encuentra actualmente en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, mejor conocido como el LACMA.

En los cinco núcleos en los que se divide la exhibición el público podrá ser testigo de las diferencias y coincidencias entre ambos creadores, que nacieron a fines del siglo XIX en sociedades tradicionales y de profundas raíces históricas.

Picasso y Rivera se formaron en la Academia de Bellas Artes, institución que se inspiraba exclusivamente en el arte grecolatino y que asumía la superioridad de la cultura europea sobre todas las demás.  Los dos artistas van a rechazar estos principios jerárquicos a favor del mundo de la vanguardia artística en París.

A pesar de estas similitudes en su formación, alcanzaron su madurez como artistas en contextos nacionales y políticos muy distintos. Durante los años 20 y 30, Picasso creo algunas de las obras más relevantes de su carrera en medio de la crisis europea que llevo a la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Rivera en cambio, durante el mismo periodo, encontró su identidad como artista en el ambiente de posibilidades del México posrevolucionario que buscaba definirse como nación y en el contexto internacional de los Estados Unidos emergiendo como potencia mundial.

Sin embargo, pese a estos contrastes de contexto, ambos artistas adoptaron formas muy radicales de aproximarse al arte antiguo. Al desafiar las limitaciones y jerarquías de su formación académica, el arte del pasado adquirió una profunda convicción personal en ellos.

Picasso y Rivera miraron hacia el pasado para responder preguntas sobre la condición humana en el marco del cambiante y vertiginoso siglo XX. Al extender los confines de la antigüedad a otras culturas  más allá del arte griego y romano, redefinieron los propios límites de la modernidad.

jcrh