Millennials, tienen que saber algo: México también tiene sus propios superhéroes y personajes de ficción que vivían sus propias aventuras en las calles de nuestra ciudad.

5 carreras que te harán viajar por todo el mundo

Entre esos héroes, que ahora son íconos de la cultura mexicana, se encuentra El Santo, que es el enmascarado que hasta el momento es más recordado por proteger a chicos y grandes, así el enemigo llegara en forma de muertos vivientes, aliens, vampiras o humanos.

Las hazañas de este luchador tenían un impacto tan grande en la juventud del pasado, que no existía niño alguno que se negara a disfrazarse como él para luchar contra el mal; aún si eso significaba amarrarse una toalla blanca al cuello, ponerse una máscara bien chafa y salir a la calle en calzones.

Batman no vive aquí, él vive para Gotham, Superman es extraterrestre y no hay arañas radioactivas. El Santo es la opción.

Este año es especial porque se celebra el centenario del Enmascarado de Plata. Con ese motivo, algunas instituciones, organizaciones y medios de comunicación se han unido para rendir homenaje al personaje.

Así todo era risas y diversión hasta que le preguntan al director de la Cineteca Nacional qué festejos habrá por este aniversario y ¡Pum! Nada.

 “Nosotros proyectamos otras cosas”.

What!

Hace unos días, el sitio Revés Online decidió averiguar por qué la Cineteca se había puesto en ese plan, así que consiguió una entrevista exclusiva con el director Alejandro Pelayo.

“El del Santo, hay que ser muy honestos, no es un buen cine, es kitsch, no es un cine que nosotros queramos pasar, fue muy comercial, muy popular, pero no son buenas películas”, dijo el funcionario, que también es director de las cintas Morir en el Golfo y Miroslava.

A pesar de que el poderoso enmascarado fue protagonista de más de 50 películas y a su vez, representó un gran símbolo la ciencia ficción y la fantasía, Pelayo opina que su filmografía tiene pésima calidad y que su recinto no puede permitir ni una sola proyección.

Incluso mencionó un detalle que caracterizaba varias de las cintas; aquel que exponía lo corto que era el presupuesto para invertir en efectos especiales, subrayando “que se podían ver los hilitos”.

“Es como Juan Orol, podemos decir que era muy simpático, pero nada más. Las del Santo ni siquiera se pueden considerar cintas de culto porque no son buenas películas”, agregó Pelayo posteriormente.

Es como si dijeras que el cine de Melié se le ven los cartones con los que recrean la Luna, o como si en Metrópoli mencionaras que la transformación de María es chafa porque se ve como enciman la imagen de una mujer con la del disfraz, o como si dijeras que los simios de Kubrick son peluches.

¡Dude! ¿En serio?

El Santo es el héroe que México necesita en estos momentos, pero seguimos sin merecerlo.

También te interesa:

Ahora podrás enviar dinero por WhatsApp y Facebook

Osama Bin Laden era fan de Batman, Mario Bros y el porno