TEHERÁN, Irán.- Culminó este jueves su viaje inaugural el primer transatlántico que opera Irán desde su revolución islámica de 1979, en las aguas del Golfo, echando el ancla en el puerto de la isla de Queshm. El «Sunny», de fabricación sueca, transportó más de 200 pasajeros para este periplo de 127 km iniciado en Kish, la otra isla principal turística de Irán.
Este barco de 9 plantas mide 176 metros de eslora y 23 metros de manga, y puede transportar hasta 1.600 pasajeros y 200 vehículos en sus cruceros de cuatro a siete días entre las dos islas.
Dispone de dos salas de cine, restaurantes, una piscina y una sala de conferencias, declaró Pejman Bahrami, responsable de los puertos y transportes marítimos de la isla de Qeshm.
«Esperamos que este primer viaje entre Kish y Qeshm fomentará el turismo en estas islas, aumentar el número de viajeros e impedir que millones de dólares se gasten en el extranjero», afirmó la misma fuente, según el sitio web de la zona franca de Qeshm.
Pese a sus playas de arena blanca, Irán no puede competir con otros destinos del Golfo como Dubái, debido a restricciones como la prohibición de consumir bebidas alcohólicas y de bailar.
Desde el levantamiento de las sanciones internacionales en virtud de un acuerdo nuclear firmado en 2015 con las grandes potencias, el gobierno moderado del presidente Hasan Rohani ha hecho del turismo una prioridad para empujar la economía.
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