CIUDAD DE MÉXICO.- Más que una oficina, el director Isaac Ezban ha hecho de ese espacio una línea del tiempo de lo que él fue, es y será a lo largo de su trayectoria por el cine. «Esto de acá es mi pasado (señalando su colección de películas que han sido fuente de inspiración donde no puede faltar Alfred Hitchcock, al igual que libros de autores como Lovecraft, Stephen King, etc; acreditaciones y programas de diversos festivales de género y uno que otro objeto inexplicable); mi presente (dirigiendo su mirada a los pósters de sus películas, El Incidente,Los Parecidos y el de su corto La cosa más preciada, y debajo en su escritorio las estatuillas y reconocimientos de festivales nacionales e internacionales de los que ha sido acreedor) y lo que quiero llegar a ser», (posters de sus directores a los que admira como Christopher Nolan, que lo observan desde la pared para asegurarse de que no se le olvide a donde quiere llegar).
Y es que está consiente que como seres humanos vivimos en el recuerdo y viendo como se pasa el tiempo. De ahí la importancia de abordar en su ópera prima la temática de este acompañante inseparable. «Me interesa la ciencia ficción, siempre y cuando, sirva para reflexionar de algo real, de algo muy humano. Aunque parezca una contradicción (…) Yo quería hablar de un tema muy filosófico como lo es el paso del tiempo. Porque la película trata de muchas cosas, pero para mí el tema principal es sobre el tiempo».
Una inquietante pesadilla sobre dos historias paralelas de personajes atrapados en espacios ilógicamente infinitos donde sus recuerdos son los únicos que los acompañan: dos hermanos y un detective encerrados en unas escaleras como las de el artista Maurits Escher, que no tienen principio ni fin, y una familia atrapada en una carretera infinita. Dos escenarios que invitan a la reflexión de los estragos que deja el paso del tiempo.
Estrenada por primera vez en el Fantastic Fest (Austin,Texas) y Sitges (Catalunia, España), los dos festivales de género más importantes del mundo ganando hasta ahora 16 premios y se ha proyectado en Selección Oficial en más de 45 festivales internacionales, entre ellos el Busan International Film Festival en Corea, el Vancouver International Film Festival en Canada, Los Cabos International Film Festival, etc.
Isaac Ezban comenzó como un contador de historias, desde que era muy pequeño, para todos aquellos interesados como él de estos universos inexplicables que la literatura del terror, la ciencia ficción y el realismo mágico proveen. Ahora busca en sus películas contar historias originales, que no se hayan contado antes. «Hacer una película es muchísimo trabajo. Es poner tu vida entera en algo. Entonces siempre digo: ¿por qué vas a poner tu vida entera en eso para hacer algo que ya se ha hecho antes?
Y para este joven realizador implica el doble de esfuerzo, ya que la ciencia ficción es un género que la industria cinematográfica en México no ha volteado a ver mucho, por la referencia que se le tiene a los altos costos de producción y la alta competencia que implica estar a la altura de grandes producciones hollywoodenses. Pero Isaac Ezban le da la vuelta y le apuesta más a una buena historia.
«La ciencia ficción es crear mundos, hacer cine es crear mundos y tu puedes crear un mundo fantástico, un mundo de ciencia ficción de una formas más psicológica, más mental y no con tantos efectos especiales».
con información de filminlatino.mx
jcrh