BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Lo que muchos rivales no pudieron hacer, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) se encargó de lograrlo. Poner en jaque a la escuadra de Argentina, en la recta final de la calificación sudamericana del Mundial Rusia 2018, al suspender por cuatro juegos al estelar Lionel Messi, por insultos a un árbitro.
La Pulga, no podrá ver acción contra Bolivia, lo mismo que en los encuentros decisivos ante Uruguay en Montevideo, el 31 de agosto, frente a Venezuela el 5 de septiembre, ni ante Perú el 5 de octubre.
La reaparición del ídolo del FC Barcelona, tendría lugar el 9 de octubre ante Ecuador, en la última fecha de las eliminatorias. Los aficionados argentinos, esperan que para entonces el boleto a Rusia ya se haya conquistado, y no se requiera de una nueva genialidad de Lionel, para sacar adelante a la escuadra, tal y como ocurrió ante Chile, a quien venció por la mínima para abandonar en ese momento la zona de repesca.
Cierto, Argentina, subcampeón del Mundo en Brasil 2014 y líder del ranking de la FIFA, es una escuadra llena de estrellas, especialmente en el futbol europeo, pero por alguna razón, cuando se trata de la selección nacional, no logran un estilo de juego, que entusiasme a sus seguidores. En términos generales, pasan de manera sistemática de la ilusión a la decepción casi en cada partido de su selección.
Ahora, la pregunta es ¿podrá sobrevivir sin Lionel Messi?
En Argentina, el sentimiento es que la FIFA le “cortó las piernas” tanto a La Pulga como a la escuadra nacional, tal y como ocurriera en Estados Unidos 1994, cuando se sancionó por dopaje a Diego Armando Maradona.
Argentina llega a la fecha 14 en tercer lugar de la clasificatoria sudamericana, con 22 puntos, detrás de Brasil (30) y Uruguay (23) y relegando a Colombia (21), Ecuador y Chile (20), en un premundial sin tendencia definitiva.