BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Tras la debacle de Brasil en el Mundial 2014 y la Copa América Centenario, propios y extraños ponían sus ojos en Argentina, para encumbrarse a lo más alto del futbol sudamericano. Sin embargo, las cosas han sido todo menos agradables.

La Asociación de Futbol Argentino (AFA), vive la peor crisis de su historia: sin presidente, inmersa en sospechas de corrupción, y sin Lionel Messi sumó a todos sus problemas la renuncia de Gerardo Martino como estratega nacional, poniendo en duda la partición pampera en Juegos Olímpicos.

Argentina ha ganado dos oros en 2004 y 2008. Quedar excluida del evento, sería una gran catástrofe deportiva, política y económica, algo nunca visto.

Martino se fue con penas y sin gloria porque no pudo quebrar un maleficio de 23 años sin títulos. Deja a una selección huérfana y en shock por la renuncia de Messi, quien además acaba de ser condenado por un millonario fraude fiscal en España. Además, dijo estar cansado de lidiar con trabas burocráticas y la negativa de diferentes clubes de ceder jugadores para conformar la escuadra olímpica.

Messi le dio la espalda a la abiceleste porque no soportó perder la final de la Copa América Centenario, la cuarta vez que se le escapa una copa. Pero el verdadero tsumani que sacude a la AFA, es ver a una otrora poderosa federación, con las arcas vacías y con dirigentes en pugna por dinero y poder.

La pelea es por repartir de antemano los ingresos de una futura Superliga al estilo europeo que impulsan los clubes grandes. Los clubes chicos temen ser perjudicados y saben que el proyecto contempla la posibilidad de crear sociedades anónimas lo que aumenta su vulnerabilidad.

Y si esto no fuera suficiente, el gobierno ha puesto su granito de arena a esta crisis.

El presidente Mauricio Macri, se ha declarado a favor de la llamada Superliga y tiene como acérrimo defensor al actual presidente de Boca, Daniel Angelici junto con sus pares de River, San Lorenzo y Racing. No olvidemos que el ahora estadista, previamente se desempeñó como presidente de Boca Juniors entre 1991 y 2007.

Por otro lado, Hugo Moyano, titular de la principal central obrera y también dirigente del Independiente de Avellaneda, ha hecho público su deseo de presidir a la AFA. El problema, es que Macri no está dispuesto a permitir semejante movimiento.

jcrh