VIGO.- Celta de Vigo y Espanyol terminaron con empate en el Balaídos, con empate a dos goles por bando, el conjunto gallego no pudo aprovechar su dominio en el primer lapso, aguantó con un jugador menos -expulsaron a Fontás-, toda la segunda mitad.
Sin tener un ritmo frenético, el primer tiempo concentró cuatro goles, un tiro al poste y una expulsión. El Celta marcó el ritmo pero no sacó provecho a todo su dominio, ejercido desde el control del centro del campo. Tuvo más frescura el equipo de Berizzo, aunque la primera ocasión -muy clara- no llegó hasta el primer cuarto de hora: Jonny, que se encontró de repente una pelota rebotada, no definió a unos seis metros de Diego López.
El Celta, con seis cambios en el equipo titular con respecto a la última jornada, tuvo un punto más de ambición; el Espanyol, que como novedad reforzó el centro del campo con Javi Fuego, esperó atrás. Los planteamientos fueron distantes. Pero los dos equipos exhibieron una eficacia goleadora que rozó la perfección. Cuatro goles en once minutos.
El intercambio fue brutal. Primero marcó Iago Aspas con un fabuloso lanzamiento de falta (min. 21); contestó el Espanyol con un gran cabezazo de Gerard Moreno, que se anticipó a Jonny a la salida de un córner (min. 28); volvió a marcar el conjunto gallego con un cañonazo de Wass desde unos veinte metros fuera del área (min. 30); empató Piatti para el equipo catalán tras una buena prolongación de cabeza de Caicedo (min. 32).
El recital goleador finalizó ahí, aunque para cerrar esos minutos de locura Pione Sisto lanzó al poste desde la frontal del área (min. 37).
El Celta chocó durante muchos minutos contra la eficacia del Espanyol -dos goles con dos ocasiones- pero cerró la primera parte con una peor noticia: la expulsión de Fontás por doble cartulina amarilla (min. 43).
Esa acción condicionó la segunda mitad. El ritmo decayó. El Espanyol siguió con su papel secundario, sin apenas crear peligro, sin un dominio claro, sin la posesión de la pelota. Ofreció muy poco. Sí lo intentó el Celta, que acusó el desgaste físico. Solo cuatro oportunidades tuvo el segundo tiempo: un par de lanzamientos de Iago Aspas para el Celta que sacó Diego López (min. 70 y min. 92); para el Espanyol únicamente un contragolpe que finalizó con un remate cruzado de Piatti (min. 76) y un tiro de falta desviado de Reyes (min. 94)
El conjunto de Berizzo, que aguantó bien posicionado con diez, buscó la victoria hasta los minutos finales, en los que reclamó penalti del defensa David López (min. 87), que cortó con su brazo un centro lateral. El árbitro, que había cerrado la primera parte con la expulsión de Fontás, concluyó el partido sin atender las protestas de Balaídos.
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