MANCHESTER, INGLATERRA.- El club Barcelona, fue noche y día en su enfrentamiento de la Liga de Campeones ante el Manchester City, al grado que terminó derrotado al son de 3-1. Un día antes el entrenador Pep Guardiola, había señalado que para derrotar a Lionel Messi y compañía, se necesitaba de un juego perfecto… y eso fue precisamente lo que ocurrió.

Claro que en un inicio, las cosas parecía que no pintaban bien para los Citizens, luego de que Lionel Messi, el ángel de la guarda y demonio personal de Guardiola, se encargara de poner al frente al conjunto culé.

Pero a los 51 minutos, materialmente la noche comenzó a venírsele encima al Barcelona. El City empataba el marcador y comenzaba a tomar control de las acciones. Aturdido y descentrado, el Barcelona, que había tenido el 2-2 a un centímetro después de una contra que no supo sentenciar André Gomes, no levantó el ánimo de ninguna manera.

Como suele ocurrir, el Barcelona perdonó en una primera parte que llegó a dominar la posesión por un 72 por ciento, combinando y disfrutando ante la pasividad o desespero del equipo de Guardiola, que veía impotente desde el banquillo el festival dirigido por Messi, quien anotó el 0-1 en un magnífico contragolpe, comenzado y acabado en primera persona tras combinar con Neymar.

Ni la entrada de Arda primero o Rafinha después le pudo despertar y la dinámica que cambió a partir del empate condujo el choque a una pesadilla en azulgrana, que a su tercera visita al Manchester City experimentó el amargo sabor de la derrota.

En términos generales, podemos decir que este fue uno de esos partidos que dejan sin alientos a futbolistas y aficionados, con carreras, intensidad, ritmo, alternativas… Hubo de todo en un encuentro decidido por la calidad de estos dos gigantes del futbol europeo.

Con tanta calidad sobre el terreno de juego es habitual que los pequeños errores acaben marcando la diferencia. Fue notorio especialmente en el segundo tiempo: pérdidas de balón en zonas comprometidas, errores individuales… El City supo aprovecharlo como nadie. El lanzamiento al larguero de André Gomes con 2-1 en el marcador marcó un punto de inflexión.

Con este resultado, Manchester City se mantiene en la segunda posición del grupo con siete unidades por debajo aún del Barcelona que lleva nueve puntos. Celtic y Borussia Mönchengladbach empataron a uno y quedan hasta el momento fuera de la fase de octavos de la Champions League.