ALEMANIA,- Dice la leyenda, y la historia, que el equipo que gana todos los partidos en la fase de grupos nunca levantó la Champions. Eso debió salir pensando el Atlético al Allianz Arena, donde cayó ante el Bayern en un partido sin puntos pero con orgullo en juego. Y lo segundo se quedó en Munich, donde jugando en casa, se lo tomaron más en serio y fueron más fieles a ellos mismos. Poco más, pero suficiente para desnivelar la balanza. Puede que el frío afectase a los visitantes.
El grupo estaba resuelto, pero unos y otros no estaban para bromas. Ancelotti y Simeone apenas reservaron tres efectivos por bando, conscientes de que una dura derrota podía llevar más dudas a sus respectivos conjuntos, que no acaban de mostrar la solidez habitual.El Cholo salió con Vrsaljko y Lucas en los laterales, Gaitán por la izquierda, Koke por la derecha y Carrasco como compañero de Griezmann en ataque, en una posición en la que ya le había venido probando, y con éxito como en Salamanca.
El guión, el esperado. El balón y la posesión, para el Bayern. La defensa y la contra, para el Atlético. Y también las ocasiones más claras en los primeros minutos, con el ‘nuevo 9’ como protagonista. En la primera, Carrasco se quedó solo ante Neuer. Mejor dicho, Griezmann le dejó. Pero disparó con la zurda al muñeco. En la segunda, poco después, remató mansamente un buen servicio de Lucas.
Ahí se acabó el conjunto rojiblanco en ataque, y comenzó a crecer el alemán. Era el minuto 19 cuando un activo Douglas Costa desbordó por la izquierda para tirar a romper, pero Oblak no se arrugó y metió los puños para despejar. El Bayern seguía controlando el choque, con un Atlético cada vez más cerca de su portero. Hacía frío, mucho, pero tampoco era necesario arroparle tanto. Fruto de ese estar tan atrás, Carrasco, que casi pisaba su propia área, cometió una innecesaria falta en la frontal. Minuto 27.
Era el mismo lugar donde siete meses atrás, Xabi Alonso lanzó un libre directo que tocó en Giménez (esta vez en el banquillo) para desviar. Fue el 1-0 de los bávaros. Y este 6 de diciembre, volvió a ser el 1-0. Cuatro minutos antes que en aquella ocasión, pero desde el mismo lugar, con Lewandowski como magistral ejecutor de la obra.
No pasó mucho más en ese primer acto, porque el Atlético apenas tenía la pelota y, cuando sí tocaba, carecía de ideas profundas para hacer daño. Mientras, el Bayern controlaba con el balón. Comenzó algo más alegre el cuadro colchonero la segunda mitad, aunque las ocasiones pasaron a ser de los de Ancelotti. Primero, tras una falta a favor del Atlético (con lo que ellos eran) que se convirtió en una contra del Bayern. Después con un error de Godín en la salida que tampoco fue aprovechado por Lewandowski y después de que Douglas probara una volea, Robben pidió penalti. Pudo agarrarle Savic.
Se le iba el partido al Atlético, con Griezmann queriendo ejercer de organizador en vez de ser clave en ataque. Simeone metió a la hora de juego a Correa y Gameiro por Gaitán y Carrasco, desaparecido el primero tras brillar en Copa, desacertado el segundo. En esas, el Cholo ya había cambiado tres veces el sistema y algunos jugadores habían pasado por dos y hasta por tres posiciones diferentes.
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