El Sevilla certificó de manera virtual su pase a los octavos de final con un cómodo triunfo sobre el colista del Grupo H, un Dinamo de Zagreb que sólo presentó batalla en los minutos iniciales y con un juego brusco y agresivo que lo condenó en un encuentro en el que poco tenía que hacer.

La expulsión inocente de Stojanovic antes del descanso dejó al equipo de Sampaoli el camino expedito hacia la victoria, un resultado que no significó el pase matemático entre el grupo de los 16 mejores de Europa por el empate de la Juventus en su casa ante el Lyon, lo que coloca al Sevilla como líder del grupo con 10 puntos, por 8 de los turineses. Italianos y nervionenses librarán un bonito pulso por la primera plaza del grupo que tendrá una cita clave en la próxima jornada, cuando el cuadro turinés visitará el Sánchez Pizjuán, choque en el que a los nervionenses les valdrá un empate para lograr el pase de forma matemática.

El Sevilla, que tuvo que reconstruir su esquema por la lesión de su cerebro, el francés Nasri, se adelantó a la media hora de juego con un tanto de Luciano Vietto. El argentino se revolvió en el área para cazar un centro de Franco Vázquez y rematar batiendo a Livakovic. Era el premio para un equipo que había necesitado poco para dominar a un rival que no se ha estrenado en la presente Liga de Campeones, ni en puntos ni en goles a favor. Dos cabezazos de N’Zonzi y Vitolo, el primero que llegó a tocar en el larguero, habían sido los avisos de los andaluces, lanzados por un genial Ganso, sustituto de Nasri y cuyo fútbol abrió muchos caminos para el ataque local ante un Dinamo de Zagreb que se iba a borrar él solito de la pelea cuando Stojanovic cazó por segunda vez sin balón a Vitolo y se fue a la caseta.

En la segunda mitad, los de Sampaoli salieron con la intención de sentenciar para empezar a pensar en el duelo estelar del domingo ante el Barcelona. Antes de pedir el cambio con molestias musculares, Ganso continuó su recital de pases, con el punto estelar de una asistencia de cuchara para dejar solo a Vitolo, que se encontró con una buena estirada de Livakovic. En otra acción de Ganso, el portero croata abortó una buena ocasión de N’Zonzi. Tuvo que ser Escudero, tras una pared preciosa con Vitolo, quien llevara al marcador el gol de la tranquilidad.

El 2-0 permitió a Sampaoli mover el banquillo pensando en la Liga, entrando en juego jugadores como Ben Yedder, Sarabia y Kiyotake, que animaron la noche para redondear la fiesta en Nervión. Primero fue un cabezazo inapelable de N’Zonzi tras un saque de esquina botado por Sarabia y ya en la recta final un remate de Ben Yedder tras una combinación entre Escudero y Mariano.

Sólo el gol tardío del Lyon en Turín dio cierto amargor a la noche en Nervión, puesto que el Sevilla fue durante muchos minutos equipo de octavos, uno de los objetivos marcados a principios de temporada y que tiene casi en el bolsillo con dos jornadas de antelación.

El equipo de Sampaoli, vigente campeón de la Europa League, mejora en esta competición lo firmado la temporada pasada con Emery, si bien estuvo encuadrado en un grupo muy fuerte junto con Manchester City, la propia Juventus y el Borussia Mönchengladbach.