BARCELONA,- Messi y Neymar. Neymar y Messi. El Barcelona es mucho más que estos dos jugadores, pero este martes los focos fueron para ellos. Tres goles de Messi, cuatro asistencias de Neymar. Ambos se asociaron a la perfección para golear al Celtic y colocar al equipo azulgrana con el mando del Grupo C.
Todo comenzó en el arranque. Apenas habían pasado dos minutos cuando Neymar vio el despiste de la zaga escocesa y filtró un balón a Messi, que encaró a Dorus de Vries. El final ya se lo pueden imaginar. 1-0 y partido a pedir de boca para el Camp Nou.
A partir de ahí y hasta el segundo tanto, se asistió a un ejercicio de paciencia con el esférico. El Barça tocó, quizás sin demasiada chispa, en busca de una rendija en el robusto 5-4-1 dibujado por Brendan Rodgers. Así se llegó al ecuador del primer acto, cuando Ter Stegen tuvo su momento y detuvo un penalti a Dembélé.
Con la afición entregada a su nuevo héroe bajo palos, Neymar y Messi aprovecharon la coyuntura para trenzar una jugada de patio de colegio, someter a cuantos jugadores del Celtic salieron a su paso y hacer el 2-0. Pura fantasía. Lo peor, sin embargo, todavía estaba por llegar para el Celtic.
Tras el paso por el vestuario, los de Luis Enrique arrollaron y marcaron tres goles en el primer cuarto de hora, obra de Neymar, Iniesta y de nuevo Messi. Luis Suárez no faltó a su cita con el gol y añadió los dos últimos en el tramo final… Entonces ya todo era alegría para este Barcelona desatado, brillante líder del Grupo C.
¿Qué se puede decir del argentino que no se haya dicho ya? Nada, pero a buen seguro que no será la última vez que lo veamos en esta sección. Messi fue una vez más principio y final de este Barcelona. Generó peligro, asistió a sus compañeros y marcó un ‘hat-trick’, el cuarto que logra en la UEFA Champions League, su 36º con el Barcelona.
Cierto que Ter Stegen no tuvo mucho trabajo y que cometió el penalti que él mismo se encargó de detener, pero las actuaciones del germano se mirarán con lupa durante este curso. Tras la marcha de Bravo, su ausencia contra el Alavés y el penalti detenido esta noche apenas quedan dudas sobre la importancia de Ter Stegen en el presente y futuro de este Barcelona.
No apareció mucho, pero solventó su trabajo con sencillez. No lo tiene fácil André Gomes. Llegar a un equipo tan hecho como el Barcelona, con un altísimo nivel de exigencia y entre jugadores que juegan casi de memoria, puede empequeñecer al más dotado. El portugués este martes se lo tomó con calma, se movió con criterio y tocó fácil. No es poco para su primera titularidad como azulgrana en la Champions League.
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