Se las prometía muy felices el Dinamo Kiev cuando Reina despejó a córner un disparo lejano in extremis tras un error de Albiol y después de ver como Garmasch aprovechaba la falta de contundencia en la zaga transalpina para estrenar el marcador, pero los minutos y el partido, pusieron a los ucranianos en su sitio.
El Napoli tomó las riendas del juego, comenzó a buscar a Milik en ataque y terminó obteniendo los frutos que tanto buscaba. Con llegadas por las bandas y centros al corazón del área se acabó con un Dinamo combativo pero poco efectivo. El punta polaco se hizo el dueño del área rival y todos los balones aéreos eran para él. Así lo demostró mandando dos esféricos al fondo de la red cuando sus marcadores sólo podían mirar lo que ocurría a su lado.
A pesar de los errores iniciales, la defensa visitante comenzó a entonarse. Koulibaly se echó al equipo a su espalda y a pesar de los intentos de los locales por engañar al árbitro en el área rival, Reina no sufrió mucho más. El meta español, al igual que Callejón, dejó unas buenas sensaciones. El portero dio seguridad y Callejón estuvo activo en todo momento.
Así, con el empate final en el otro choque del grupo que disputaron Benfica y Besiktas en Lisboa, los de Maurizio Sarri se colocan líderes de grupo y apuntan, sin demasiada oposición, a ser los campeones al término de la primera fase.
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