«No pueden ir, deben permanecer en el hospital durante un tiempo», declaró Thongchai Lertwilairatanapong, alto responsable del ministerio de Sanidad tailandés, en una primera conferencia de prensa en la que dio pormenores sobre la salud de los niños.
«Es probable que la vean por televisión», agregó ante la prensa en el hospital de Chiang Rai.
Los 13 atrapados, doce niños y su joven entrenador, ya fueron evacuados y llevados al hospital, a la espera de ver si contrajeron infecciones. Al menos dos tienen síntomas de pulmonía. Todos usan anteojos para el sol para acostumbrarse a la luz del día.
Los niños ingresaron en la cueva hace dos semanas, sin víveres, y están débiles, aunque en el conjunto su estado de salud es considerado como bueno.
El presidente de la Federación internacional de fútbol, Gianni Infantino, había invitado a los niños a asistir a la final del Mundial el 15 de julio en Moscú, en una carta hecha pública el 6 de julio.
«Si, como todos deseamos, se reencuentran con sus familias en los próximos días y su salud les permite hacer el viaje, la FIFA estaría encantada en invitarles a ver la final del Mundial-2018», escribió Infantino en la carta dirigida al presidente de la Federación Tailandesa de Fútbol.