MADRID, ESPAÑA.- Barcelona se impuso este domingo 2-1 al Atlético de Madrid. El triunfo, fue más resultado de resistencia, pericia y por supuesto, la presencia del argentino Lionel Messi, quien en el alargue pudo deshacer el empate e insistir en la lucha por el título de la Liga.
Claro que debemos destacar la postura del Atlético de Madrid, conjunto que no le teme a nadie… ni siquiera al Barcelona, a quien borró del terreno de juego en la primera mitad del duelo dominical.
Los culés, desdibujados durante 30 minutos, lograron mantenerse a flote gracias al contragolpe, ya que Messi, Neymar y Luis Suárez, en contadas ocasiones hicieron notar su presencia en el terreno de juego. Sin embargo los colchoneros no lograban dar la puntilla… faltaba el gol.
Ya en la segunda parte, también con más balón, con menos sufrimiento y con un toque de fortuna, después de incontables rechaces dentro del área rojiblanca permitió a Rafinha poner el 0-1 en el minuto 63. Una jugada a trompicones, pero suficiente para poner el partido a su favor, invertirlo de sensaciones hasta poco después.
Hasta el minuto 70, hasta un lanzamiento de falta de Koke que peinó Godín para el 1-1, un nuevo empate para un marcador que desequilibró en el tramo final Messi, de nuevo favorecido por un rebote, como en el primer gol de Rafinha, para reavivar la lucha por la Liga del Barcelona y descartar probablemente de ella al Atlético.
Demasiado castigo para el conjunto rojiblanco, que propuso mucho y que se quedó sin nada a la misma vez que se aleja de sus objetivos; también mucho premio para el equipo azulgrana, que aún aguarda su mejor nivel.
jcrh