NUEVA YORK.- Michael Phelps el héroe olímpico señala que el secreto de su éxito la mayoría de las personas lo pasa por alto. Durante su prepararación pasó innumerables horas en el entrenamiento de la piscina para convertirse en el olímpico más grande de la historia.
Pero también pasó incontables horas en la cama ¡durmiendo!.
Phelps dice que entrenar y dormir fueron igualmente críticos cuando se trata de adquirir su stock de 28 medallas olímpicas.
«A temprana edad aprendí lo importante que era el sueño» dice Phelps quien habló para CNBC sobre sus hábitos en el entrenamiento, durante una exposición en la ciudad de Nueva York donde es la figura referente de una marca de colchones -Leesa-, su relación con esta firma es por cuatro años.
«La gente -dice Phelps- le presta poca atención al hecho de dormir y no le considera como un factor importante. El sueño es donde puedes crecer naturalmente y tu cuerpo se recupera».
Cuando Michael se entrenaba para los Juegos Olímpicos, nadaba siete días a la semana, cubriendo entre 70 y 100.000 yardas por semana. Vivía un período de transición, entrenar, para luego descansar y dormir. Lo importante no era el tiempo, sino cuán profundamente dormía, lo importante era la calidad del sueño.
«Es aquí donde la gente se equivoca no le presta la suficiente importancia al sueño».
«Estaba en la piscina de tres a cinco horas al día, siete días a la semana. Para mantener ese horario de entrenamiento, Phelps durmió ocho horas por noche y tomó una siesta de 2-3 horas cada tarde», dice.
Ahora -retirado de la actividad- Phelps todavía trata de lograr de obtener un descanso de ocho horas a ojo cerrado por la noche, pero como tiene un bebé de nueve meses, se convierte en un desafío para un digno campeón olímpico.
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