MARSELLA, FRANCIA.- Alemania y Francia, dos eternos favoritos del futbol mundial, se verán las caras este jueves, en semifinal de la Eurocopa 2016. Este será un capítulo más, en una rivalidad que tiene un gran trauma, especialmente para el conjunto galo y que se remonta al Mundial de España 1982.
Aquel día, el francés Patrick Battiston sufrió un violento choque por el arquero alemán Harald Schumacher y en la camilla, tumbado, Michel Platini le sostenía una mano.
Como resultado del incidente, Battiston sufrió una fisura en una vértebra cervical. Schumacher no fue expulsado y el partido continuó. Claro, debemos señalar que era otra época
«Ese partido de Sevilla es mítico, incluso los más jóvenes han escuchado hablar de él por su padre o su abuelo. Ese partido es inolvidable, ha quedado en la leyenda del fútbol por cómo fue, por su dramaturgia y por todas las emociones que generó», sintetiza Genghini, mediocampista francés aquel día en el césped del estadio Sánchez Pizjuán.
En el momento en el que Battiston es golpeado por Schumacher, el resultado era 1-1. Poco después, Francia se distanció rápidamente 3-1. La maquinaria alemana, fiel a su estilo machante, fue capaz de empatar los cartones a 3 tantos, para posteriormente forzar la tanda de penales. Después de un fallo de los germanos, Didier Six tuvo la ocasión de clasificar a los Bleus para la final del Mundial, pero falló.
La oportunidad pasó. Maxime Bossis erró su tiro y Horst Hrubesch clasificó a los alemanes (5-4 en la tanda).
34 años después y de acuerdo con los elementos de esa escuadra francesa, la responsabilidad de la derrota, no tiene que ver con el penal fallado, tiene que ver con una falla de gestión, cuando el marcador les favorecía 3-1. Este jueves, Francia espera de una vez y por todas, alejar a sus demonios.
jcrh