FRANCIA.- ¿Pensaban que Edson Arantes Do Nascimento era el único Pelé del futbol? Entonces tal vez debas dar una revisión a la plantilla de la selección de Italia. Ahí encontrarás a Graziano Pellé (claro ortográficamente pueden ser distintos), quien se ha encumbrado como uno de los nuevos símbolos de la escuadra Azurra de Antonio Conte.
Curiosamente, dentro de su propio país, por mucho tiempo su talento fue ignorado, al grado de que su carrera básicamente la ha construido en el exterior, sobre todo en Holanda, por lo que goza de la doble nacionalidad.
Con 1.93 de estatura, Pellé tiene al momento dos goles anotados en la Eurocopa Francia 2016. Ambos, fueron logrados en los alargues de los choques ante Bélgica y frente a España. En cada ocasión, su gol estuvo precedido de una actuación inmensa en términos de generosidad. Es cierto que no tiene el genio técnico del Pelé brasileño y que falla ocasiones que «O Rei» seguramente no desperdiciaría. Pero si no hubiera sido por las excelentes intervenciones del arquero David De Gea el lunes, Pellé podría haber aumentado su cuenta particular.
Su entrada al futbol profesional, ocurrió a los 21 años con el Lecce, pero con el AZ Alkmaar holandés es donde empezó a hacerse un nombre, aunque no jugó todo lo que deseaba en cuatro temporadas. Aprendió, eso sí, del entrenador Louis Van Gaal y fue una vez campeón de liga (2009), un éxito en escala comparable al del Leicester campeón de la Premier League este curso.
Probó suerte con un regreso a su país natal, al Parma y luego a la Sampdoria, donde la sociedad Eder-Pellé vivió sus primeros momentos.
Italia no le traía buena suerte y antes de la llegada del entrenador Antonio Conte sólo había sido internacional en categoría Sub 21.
De regreso a Holanda, vivió sus mejores años, antes de esta Eurocopa de Francia. Se convirtió en el ídolo de De Kuip («La bañera») para los aficionados del Feyenoord de Rotterdam, con estadísticas «ronaldescas» (55 tantos en 66 partidos, de 2012 a 2014).
En Italia, la prensa comenzó a interesarse por ese goleador expatriado, pero el seleccionador de la época, Cesare Prandelli, se mantuvo sordo a las peticiones de los periodistas.
Ahora todo el mundo conoce a Pellé, que vive como puede su sobrevenida fama. La prensa se interesa también en su relación con Viktoria Varga, modelo húngara de 21 años, y revisa las pequeñas anécdotas de su vida. Amante de los helados, se sabe que de niño, tal como en alguna ocasión lo hiciera el otro Pelé, Graziano se entrenaba en la cocina de su casa, haciendo dominadas con frutas.
jcrh